Se acaba el plazo para aprovechar la forma más fácil de desgravar en la Renta
Es importante planificar ya la próxima declaración, que corresponderá al año fiscal 2023.
Aunque aún quedan varios meses para tener que realizar la próxima Declaración de la Renta, el momento de planificarla es ahora, ya que el año fiscal que se tendrá en cuenta será el 2023, que culmina en tan solo tres semanas.
De esta forma, el plazo para aprovecharse de la forma más fácil de desgravar en el IRPF se termina pronto. Ese truco se basa en una acción simple (pero muy efectiva): aportar dinero a un plan de pensiones.
Para conseguir el beneficio fiscal de cara a la Declaración de la Renta del año fiscal 2023 es necesario realizar la aportación antes de que finalice el año. Si se hace más tarde, no se perderá la desgravación, pero la misma se aplicará en la Declaración de la Renta correspondiente al año fiscal 2024 (es decir, la que se realizará en 2025).
En concreto, de cara a este 2023, se debe tener en cuenta que el plazo no finaliza el 31 de diciembre. El motivo es que ese día cae en domingo, por lo que la operación no se completaría hasta el lunes o el martes, que ya sería 2024.
Por lo tanto, la aportación al plan de pensiones debe realizarse como máximo el viernes 29 de diciembre. Aunque lo más recomendable es realizar el movimiento de dinero el miércoles 27 de diciembre o antes, para así dar margen a la entidad bancaria para que complete la operación antes de que el 2023 llegue a su fin.
Reducción de la base imponible del IRPF
Efectuar aportaciones al plan de pensiones tiene como resultado una reducción de la base imponible del IRPF. Es decir, a efectos fiscales, cuenta como si el dinero que se aporta al plan de pensiones no se hubiera ganado y no se tributa por él.
No obstante, esta forma de desgravar en la declaración de la Renta está restringida a un máximo de 1.500 euros anuales en los planes de pensiones individuales. En consecuencia, si se aportan 1.500 euros al plan de pensiones, se reduce la base imponible del IRPF en 1.500 euros. Pero si, por ejemplo, se aportan 2.000 euros, la reducción seguirá ascendiendo a 1.500 euros.
En resumen, si una persona ha ganado 20.000 euros brutos y se beneficia de la reducción de 1.500 euros, tributará por el IRPF como si sus ganancias hubieran sido de 18.500 euros brutos.
Asimismo, cabe destacar que la reducción de la base imponible del IRPF por aportaciones a planes de pensiones individuales tiene otra regla más allá de ese límite de 1.500 euros. Tampoco se desgrava por las aportaciones que excedan del 30% de la suma de los rendimientos netos del trabajo.