Salen a la luz los ganadores entre la ruina absoluta del limón español

Salen a la luz los ganadores entre la ruina absoluta del limón español

Mientras algunos productores luchan por sobrevivir, otros actores del sector encuentran en medio de la adversidad oportunidades de negocio.

Un productor de limones recoge su producto en la finca donde los produce.dangrytsku

La campaña del limón Fino en Alicante ha llegado a su fin y, en lo que respecta al precio en origen del cítrico, las noticias no son buenas para los productores. Según los datos de la Generalitat Valenciana, en lo que va de año, el precio medio que se paga por el limón en el árbol no ha superado los 20 céntimos, marcando su valor más bajo a principios de abril, cuando se pagaba un mínimo de 8 céntimos por kilo. Mientras tanto, a la salida del almacén, el precio medio se ha mantenido al alza, superando un 3,3% el precio medio de las últimas cinco campañas: 83 céntimos por kilo.

La campaña de este año ha estado marcada por una gran producción del cítrico y por las condiciones meteorológicas adversas que han tocado de lleno a la agricultura en España,  como la falta de lluvia o las grandes granizadas. Fenómenos meteorológicos de carácter excepcional que dañaron el 32% de las parcelas productoras del cítrico en Alicante y que, junto al exceso de la oferta y la reducción del consumo desde noviembre, ha terminado por hacer más profunda la crisis que afecta al sector.

A pesar de un inicio de campaña prometedor, con una fuerte demanda de limón español debido a la retirada temprana de competidores como Argentina y Sudáfrica, la diferencia entre los precios en origen y destino es devastadora para los agricultores. "Es una ruina absoluta", señala el agricultor alicantino José Vicente Andreu a la web FreshPlaza, quien apunta que los costes de producción oscilan entre los 30 y 35 céntimos por kilo, algo que considera que hace inviable la actividad agrícola a largo plazo. 

Sin embargo, mientras los agricultores luchan por sobrevivir, otros actores encuentran oportunidades en medio de la adversidad. Es el caso de los grandes fondos de inversión, que en los últimos años han aumentado sus inversiones en la región. Estas entidades, con grandes recursos financieros, están comprando terrenos en la zona con el objetivo de obtener beneficios rápidos con la explotación agrícola o con su posterior desarrollo para otros fines, como puede ser la construcción.

En el caso específico del sector del limón, esta concentración de tierras puede tener varias implicaciones. En primer lugar, puede afectar la estructura del mercado, ya que un número reducido de actores controla una porción significativa de la producción. Esto puede influir en la fijación de precios y en las condiciones de trabajo para los agricultores, así como en la diversidad y calidad de los productos disponibles en el mercado.

Además, la concentración de tierras en manos de grandes fondos de inversión puede provocar la expulsión de pequeños agricultores, lo que contribuye a la pérdida de puestos de trabajo y al despoblamiento rural. Respecto a cuestiones medioambientales, surgen cuestiones como la intensificación agrícola y el uso de prácticas no sostenibles.

Pese a todo, los agricultores alicantinos exigen la intervención urgente de las autoridades para abordar una crisis que amenaza con descapitalizar el sector y provocar el abandono masivo de las tierras de cultivo.