La Reserva Federal se enfrenta al Banco Central Europeo y apunta que subir los tipos puede ser innecesario
En su última revisión, el organismo estadounidense dejó la puerta abierta a una pausa en el incremento de las alzas, a diferencia de la entidad europea.
Dos fórmulas distintas para intnetar llegar a la misma meta, la estabilización económica. Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), ha afirmado que la subida constante de los tipos de interés no es la solución, un planteamiento que choca con la postura del Banco Central Europea, reacio a pausar los incrementos.
Para el responsable de la Fed, el endurecimiento en las condiciones crediticias inducido por las recientes tensiones financieras a cuenta del colapso del Silicon Valley Bank y Signature Bank puede hacer innecesarias subidas adicionales de tipos de interés.
"Aunque las herramientas de estabilidad financieras han contribuido a calmar el sector bancario, los eventos acaecidos han provocado, aún así, un endurecimiento en las condiciones crediticias que probablemente pesen sobre el crecimiento económico, la contratación y la inflación", ha explicado Powell en una conferencia este viernes en memoria de Thomas Laubach, antiguo economista de la Fed, como recoge Europa Press.
"En consecuencia, la tasa puede no requerir subir tanto como sí lo haría en otras circunstancias para cumplir con nuestros objetivos", ha añadido. No obstante, Powell ha advertido que aún hay una "alta incertidumbre" a este respecto.
Sus palabras se engloban en la posición de la Fed de pausar las alzas. El pasado 3 de mayo la entidad estadounidense decidió una subida de los tipos menor a las anteriores, de sólo 25 puntos básicos. Y, en la misma comunicación, abrían la puerta a paralizar esta tendencia, frente a la decisión rotunda del BCE de seguir firmes en el incremento de los tipos en futuras revisiones.
La próxima posible revisión de la Fed de esta cifra se anunciará el 14 de junio, día en el que los responsables de la Fed volverán a reunirse y deberán sopesar los riesgos de proseguir con su política de endurecimiento monetario tras la inestabilidad desatada por la quiebra del SVB y que, por el momento, ha sido contenida tras la adquisición del problemático First Republic Bank por parte del JP Morgan.