Renault abre el camino a Marruecos
El país norteafricano ha multiplicado casi por 8 su producción de coches en los últimos años.
Marruecos se ha convertido en uno de los territorios más atractivos para invertir dentro del sector automovilístico. Buena de prueba de ello es que el país norteafricano se ha hecho con el calificativo de ‘El Dorado’, un término utilizado para denominar a aquella zona que presenta un potencial de negocio importante.
La situación no ha pasado desapercibida para el prestigioso Financial Times, que ha publicado un artículo en el que define a Marruecos como “el centro de producción de automóviles más grande de África”.
En ese sentido, el medio británico destaca que el reino alauí ha logrado reunir dentro de sus fronteras a más de 250 de fabricantes de componentes de automoción (la mayoría de ellos son filiales de empresas internacionales).
Los datos de producción automovilística en Marruecos dejan claro el gran (y rápido) crecimiento que ha experimentado la industria en los últimos años. En 2010, el país norteafricano fabricaba 60.000 vehículos al año y, ahora, la cifra se cifra en 465.000 coches anuales.
Pese a este descomunal incremento de la producción de vehículos (los registros anuales se han multiplicado casi por 8 en menos de 15 años), el objetivo de Marruecos es mucho más ambicioso. El país busca alcanzar una capacidad de producción de un millón de coches al año.
El caso Renault marca el camino
Para lograr esa elevada meta, la empresa automovilística que marca el camino en el país norteafricano es Renault. La marca francesa provee el 60% de los componentes de vehículos en Marruecos y espera poder aumentar su peso en la industria al 65%.
Renault puso la primera piedra de su gran éxito en Marruecos en 2012, cuando inauguró una fábrica de vehículos con capacidad para 400.000 coches situada en la situada de Tánger, a apenas 14 kilómetros de territorio español.
Y el gran desempeño de la compañía en un mercado hasta ese momento desconocido en el sector ha llevado a Marruecos a otros fabricantes, como Peugeot, que abrió en 2019 su primera fábrica en Kenitra.
De hecho, los buenos resultados registrados por la firma del grupo Stellantis han propiciado que la compañía vaya a volver a invertir en la fábrica para duplicar su producción hasta los 400.000 vehículos anuales.
El camino es claro, Marruecos necesitará que este ‘efecto llamada’ entre los principales fabricantes automovilísticos internacionales continúe para lograr esa ansiada cifra del millón de vehículos producidos al año.