Reforma del sistema de pensiones: las claves del acuerdo entre Gobierno y sindicatos
Los principales puntos del pacto y cómo afectarán a tu jubilación.
Gobierno y sindicatos han rubricado este miércoles la reforma del sistema de pensiones, al que no se ha sumado la patronal (CEOE y Cepyme) y que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, cree que supone "una modernización del sistema de pensiones".
Estas son las claves de una reforma que pretende sostener el sistema hasta, por lo menos, el año 2050.
Subida de las bases máximas de cotización
Una de las claves del acuerdo de reforma de las pensiones es, como han dicho los sindicatos, la 'pata' de los ingresos para la Seguridad Social.
Para mejorar en este ámbito, el Gobierno y los sindicatos han acordado una serie de medidas que afectarán, por ejemplo, a las bases máximas de cotización.
¿Qué son las bases máximas de cotización? Los salarios no cotizan íntegramente, sino que tienen un tope a partir del cual no están gravados: 4.495,50 euros, actualmente. A partir de ahí, ese sueldo no cotiza y esto supone un ahorro para las empresas.
La reforma busca aumentar esta base máxima. La fórmula sería la siguiente: a partir de 2024, ir elevando la subida del IPC más un 1,2% anual. El horizonte de esta medida es el año 2050.
Pensiones mínimas
La reforma refuerza las pensiones mínimas. Según el diario El Mundo, los sindicatos han logrado que el Gobierno acepte una subida de las pensiones mínimas que haga que éstas no bajen de los 14.300 euros.
El método que se seguirá para llegar hasta este límite mínimo será progresivo, de 2024 a 2027, en el que pasará de los 10.963 euros actuales hasta esos 14.300 euros.
Esta medida es un "hito", según ha dicho Pepe Álvarez, de UGT, que recuerda que supone asimilar al Salario Mínimo Interprofesional las pensiones mínimas.
Pensiones máximas
Con la subida de las bases máximas de cotización, las pensiones máximas se ven afectadas, ya que éstas no subirán tanto como lo hacen las bases.
Para compensar este desajuste, la reforma establece una medida que comenzará a aplicarse en el año 2050 y que llegará hasta el 2065. La idea es que se aumente hasta el 20% entre esos años, partiendo de un incremento del 3,1% inicial.
Tasa de solidaridad
El término "tasa de solidaridad" se aplica a la parte queda fuera de la base máxima de cotización, aquella que no se grava a partir de 4.495,50 euros.
Esto significa que los salarios más altos verán cómo la parte que en un principio no se grava en su caso sí, de modo que la parte sin cotizar se gravará al 1% a partir de 2025, e irá creciendo un 0,25% hasta el año 2045, alcanzando el 6%.
Para entenderlo con un ejemplo práctico, un salario de 100.000 euros cotiza casi 54.000 euros, quedando exentos los 46.000 restantes. Esta tasa de solidaridad gravaría esos 46.000 euros con el 1% inicial e iría aumentando año a año hasta alcanzar el 6%.
Esta es otra vía que ha encontrado el Gobierno para aumentar los ingresos del sistema de pensiones.
Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI)
A principios del 2023, entró en vigor el llamado Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), una fórmula con la que se pretende de salvaguardar el sistema público de pensiones en una sociedad en la que el número de pensionistas será cada vez mayor y el de cotizantes, menor.
Este mecanismo consiste básicamente en un recargo de la cotización del 0,6%, del que un 0,1% lo asume el trabajador y un 0,5%, la empresa.
La reforma ampliará este recargo. De hecho, lo va a doblar hasta el 1,2%. Será gradualmente, añadiendo una décima de recargo cada año hasta el 2029.
Con esta medida, aprobada ya en los Presupuestos Generales del 2023, busca que el Sistema de Reserva de la Seguridad Social pueda aumentar su nivel de ahorro. El cálculo que hace el Ejecutivo es que, a partir de 2033, el sistema pueda ir haciendo "desembolso", ya que se da por hecho que en ese momento habrá un mayor número de jubilados (baby boomers). El desembolso durará 20 años, hasta 2053, cuando se espera que el sistema esté "en una situación mucho más holgada", en palabras del ministro Escrivá.
Período de cómputo de las pensiones
Otra de las patas fundamentales de la reforma de las pensiones es el cambio en el período de cómputo.
Actualmente, para calcular la pensión se cuentan los últimos 25 años de cotización. Pero con las sucesivas crisis, no era extraño que alguien perdiera su trabajo a pocos años de jubilarse (entre los 55 y los 65, por ejemplo). De este modo, sus últimos años de cotización quedaban muy marcados por la falta de trabajo, afectando a la futura pensión.
Para evitar estos casos y lograr a la vez un aumento en el período de cálculo, algo que Escrivá lleva tiempo persiguiendo, se dará la opción de elegir entre la actual fórmula o una alternativa, que permite eliminar los peores 24 meses de cotización sobre los últimos 29 años.
La reforma establece que esta será la fórmula definitiva a partir del año 2044.
Mejor cobertura de las lagunas de cotización
Otro punto importante de la reforma es la mejora en la cobertura de las conocidas como "lagunas de cotización". Es decir, el tiempo que una persona haya estado sin cotizar.
Esto puede deberse a distintos motivos, desde despidos hasta motivos familiares o, simplemente, incapacidad de encontrar trabajo.
La reforma recoge que la Seguridad Social prevé un mejor trato a esas lagunas y no penalizar tanto a los trabajadores con carreras poco estables.