La pensión que puedes recibir si te deniegan la jubilación pese a llevar años trabajando
Existe una alternativa a la pensión de jubilación tradicional.
Haber trabajado durante varios años no es sinónimo de tener derecho a recibir la pensión de jubilación contributiva. Los motivos pueden ser dos: que en el trabajo desempeñado no se haya estado dado de alta en ningún régimen de la Seguridad Social o que no se haya cotizado el tiempo necesario para percibir la mencionada pensión.
En ese sentido, el requisito de cotización mínimo para poder acogerse a la pensión contributiva de jubilación es de 15 años. Además, dos de ellos deben haber sido cotizados en los últimos 15 años de la vida laboral.
Sin embargo, quienes no logren cumplir con esa exigencia de jubilación tienen una solución alternativa para contar con una pensión a la hora de dejar trabajar: la pensión de jubilación no contributiva.
No se exige tiempo mínimo de cotización
Una de las principales características de esa pensión no contributiva es que es posible recibirla incluso sin haber cotizado nunca. No obstante, ello no significa que la pensión sea para todo el mundo; es necesario cumplir otra serie de condiciones. Son las siguientes:
- Edad: tener sesenta y cinco o más años.
- Residencia: residir en territorio español y haberlo hecho durante un período de diez años, en el período que media entre la fecha de cumplimiento de los dieciséis años y la de devengo de la pensión. De esos diez años, dos han de ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud de la pensión.
- Ingresos: recibir ingresos personales inferiores a 6.784,54 euros anuales.
Cuantía de la pensión
La pensión, al ser no contributiva, es inferior a una pensión normal de jubilación. En concreto, el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) detalla en una guía que la cuantía íntegra de la pensión no contributiva de jubilación en 2023 es de 484,61 euros al mes en 14 pagas (6.784,54 euros anuales).
No obstante, el propio documento del organismo señala que “en el supuesto de que el beneficiario disponga de rentas o ingresos personales superiores al 35% del importe anual fijado para la pensión no contributiva (2.374,59 euros), la cuantía de la pensión se reducirá en un importe igual a la cantidad en que los ingresos personales, en cómputo anual, excedan del porcentaje indicado”.
Además, el IMSERSO aclara que “si efectuada la reducción en función de las rentas o ingresos personales, el resultado fuera inferior al 25% del importe de la pensión establecida en la Ley de Presupuestos Generales del Estado, la pensión a reconocer será como mínimo el 25% del importe de la pensión establecida en la Ley de Presupuestos Generales del Estado”. Ese 25% (en 2023) corresponde a 1.696,14 euros anuales.