El método de origen feminista para meter grandes ahorros en la casa a final de año

Si sabes que podrías ahorrar unos cuantos euros al mes pero, entre unas cañas cosas y otras, al final tu hucha es cada vez más pobre; si has probado y fracasado con apps para ahorrar y si por mucho que lo intentes no consigues asimilar la fórmula matemática de los abuelos de Soria de que quien gane cinco duros que se gaste uno, puedes proponértelo esta vez por escrito, a la manera japonesa.

Kakebo, que significa en japonés "libro de cuentas para la economía doméstica", es un método de ahorro en el que cada jornada hay que apuntar los gatos en el apartado correspondiente: supervivencia (alimentación, farmacia, transporte...); ocio y vicio (bares, tabaco, ropa), cultura y extras (viajes, regalos, electrónica,reparaciones...).

El primer Kakebo lo publicó en 1904 Motoko Hani, editora de una de las revistas femeninas más importantes de Japón en aquel entonces y que estaba muy preocupada porque las mujeres pudieran ser mejores gestoras de los gastos del hogar. Además, su objetivo era muy feminista, ya que quería dar más poder adquisitivo a las mujeres, ya que su dinero personal dependía de lo que consiguiesen ahorrar (hasta un 15% de los ingresos).

Más de un siglo después, ¿ahorran de verdad con este método los japoneses? Hace años, nuestros compañeros de El HuffPost en Japón lo explicaban así: 

"Kakebo es muy popular aquí en Japón, es como tradicionalmente las madres han gestionado el presupuesto doméstico. Antes de la era de internet se compraba uno a finales de año y se vendía en todas las librerías, aunque ahora, sobre todo los jóvenes, prefieren llevar las cuentas en apps como Zaim, Moneyfoward o Moneytree".

Y añadían: 

"Desde hace años también está de moda el Harudake Kakeibo, que es más fácil porque lo único que hay que hacer es pegar los tickets o facturas en el libro. Harudake significa 'lo único que tienes que hacer es pegar'. Una razón por la que quizás [estos métodos de ahorrar] son populares aquí es que los japoneses tienden a evitar las inversiones de riesgo y prefieren ahorrar que invertir". 

Llevar las cuentas de esta manera es cuestión de rutina, como casi todo lo que tiene que ver con trucos para ahorrar. "Ser constante es imprescindible si esperas algún resultado. Pero no te obsesiones, el dinero no lo es todo", indican. Y otro consejo: "La manera más práctica de llevar el diario de gastos al día es guardar todos los comprobantes de compra durante la jornada y apuntarlo todo antes de ir a dormir o mientras desayunas".