Los 3.400 millones del País Vasco que corren peligro en la zona roja de guerra
El contagio de la inestabilidad en el área afectaría a las fronteras de los principales productores de petróleo y al tráfico marítimo por el mar Rojo.
Estados Unidos teme que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, pueda expandir el actual conflicto en Gaza hasta países limítrofes de Israel y Cisjordania. Por ello, el cuarto viaje que inició el pasado domingo el secretario de Estado de EEUU, Anthony Blinken, a la zona tiene como objetivo evitar el contagio de la inestabilidad al Líbano, Irán, Egipto o Jordania. Esto es crucial para el País Vasco, ya que se juega 3.400 millones de euros, según ha informado El Correo.
El contagio de la inestabilidad en el área afectaría a las fronteras de los principales productores de petróleo -como Irán o Arabia Saudí- y, como lleva ocurriendo las últimas semanas, al 11% del tráfico marítimo de todo el mundo, que transcurre por el Mar Rojo. Esta vía está siendo tensionada, además, por los ataques de las milicias hutíes yemeníes contra el tráfico marítimo.
Debido a esto, Michelin se ha visto obligada a paralizar su producción en su fábrica de Vitoria los próximos 20 y 21 de enero por la falta del caucho necesario para la fabricación de neumáticos, según agrega el mismo medio. Este remarca que las empresas vascas tienen intereses en la zona por más de 3.400 millones de euros.
Compañías como Tubacex o CAF no solo tienen un mercado al que proveen de sus productos, sino que están actualmente desarrollando inversiones con plantas y trabajadores en la zona en que se desarrolla un conflicto en el que han sido asesinados ya más de 23.200 palestinos en la ofensiva llevada a cabo por Israel. A esto se suma, además, los más de 325 palestinos asesinados en operaciones de las fuerzas israelíes y ataques por parte de colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.
Recursos naturales de gas y petróleo
Los negocios de las compañías vascas en la región están relacionados con los recursos naturales de gas y petróleo que hacen tan vulnerable el equilibrio geopolítico de Oriente Próximo. Tubacex, por ejemplo, logró en 2022 el mayor contrato de su historia: 1.000 millones de euros en Abu Dabi para la provisión de los tubos necesarios para la extracción de gas en el Golfo Pérsico.
El proyecto contempla una inversión de 100 millones para la construcción de una planta allí, cuyos primeros pasos se dieron en octubre. Fuentes de la compañía explicaron a El Correo "que se mantiene el calendario para el final de año, así como ese pedido de 1.000 millones al que va unida".
Mientras, el fabricante vasco Tubos Reunidos veía en el primer semestre del 2023 cómo se aumentaba la facturación en este área en un 174% hasta alcanzar los 11 millones. La compañía alavesa señaló al mismo medio que "los planes siguen con normalidad, aunque sin duda con una situación mucho más volátil, que puede afectar a las decisiones de arranque de dichos proyectos".