Las salidas del aceite de oliva al mercado se desploman
Los datos reflejados en las cosechas no dejan lugar a dudas.
El final de la campaña 2022-2023 trae consigo el dato más desalentador del año en lo que respecta a la producción y recogida de aceite de oliva, algo que era un secreto a voces y que lo ha confirmado la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac).
Según los datos oficiales y definitivos, la campaña se ha cerrado con una producción de 244,34 millones de litros, lo que supone un 13,78% menos de la cosecha del pasado año en el mismo período (entre octubre y agosto del siguiente año).
De esos algo menos de 250 millones de litros, 103,84 pertenecen al aceite de oliva virgen extra (11,96% menos), mientras que el aceite de oliva suave se sitúa en 81,78 millones de litros, mientras que 31,13 se corresponden con el aceite de oliva intenso, lo que supone un 19,45% y un 20,78% menos que el año anterior respectivamente. La nota positiva llega de la mano del aceite de categoría virgen, que ha aumentado su producción un 12%, propiciando 2,57 millones de litros.
Por su parte, el aceite de orujo se ha mantenido en los mismo valores que el pasado curso, con unos 16,75 millones de litros. En último lugar se encontrarían los aceites de origen vegetal (semillas, girasol, colza o soja), la producción del de girasol ha sido un 7,75% menor que el pasado curso, mientras que el de soja y colza se encuentran en la misma tendencia aunque mucho más agravada, al experimentar un descenso de 22% y del 46% respectivamente.
En cifras totales, en el mes de agosto, desde Anierac aseguran que la cantidad de aceite de oliva que han puesto en venta -en millones de litros- alcanza los 23, tres menos que en agosto de 2022, representando el virgen extra 9,28 millones y el de aceite suave 7,48.
Con todos estos datos, la conclusión es muy clara y el aviso de los agricultores también; o se optan por medidas más efectivas para asegurar el abastecimiento y la producción de cara al próximo año, o las cosechas comenzarán a reducirse cada vez más de forma progresiva con un encarecimiento considerable y exponencial de los precios