La guerra expulsa la naranja española
En beneficio de la de otro país.
Las guerras suelen provocar importante carambolas económicas. Tanto, que hasta su impacto puede traducirse en sectores que, a priori, puedan parecer ajenos a estas. El de la producción de la naranja es uno de ellos. Según ha recogido el medio especializado Fresh Plaza, en este caso pesará en gran medida la dinámica que se espera con la fruta de un importante país competidor respecto a España: Egipto.
A esta dinámica se suma también otro importante antecedente en el campo español, la dura sequía a la que se está viendo sometido desde hace varias campañas ya. Con todo, la situación es mejor que en anteriores años, según se desprende de las declaraciones de Jesús Paniagua para el citado medio.
"[A pesar] de que se está cogiendo muy poca cantidad porque la campaña viene de por sí con retraso y porque las lluvias han impedido cosechar más, hay muy buena demanda porque parece que han llegado menos importaciones de países como Sudáfrica o Uruguay, a precios muy altos", analiza el experto en el sector, indicando que "esta primera fruta española está teniendo muy buena aceptación, pero tendremos que ver cómo acepta el mercado la calidad que hay cuando todo el mundo empiece a cortar".
De los costes y la calidad del producto
En esa línea, Paniagua se pronuncia sobre los costes actuales, elevados: "Hoy en día los precios han tenido que subir a la fuerza porque los costes se han disparado; la mano de obra, los materiales, el transporte… Sin ir más lejos, hace solo dos años, mandar fruta en camión desde Sevilla a Italia, el principal mercado en el que trabajo, costaba 2.400 euros, y actualmente estamos pagando 3.800".
Y pone como ejemplo lo que sucede en otro país comunitario productor: "En Italia, en concreto, este año tienen mejor calidad que en España, pero no tienen una gran producción de naranja temprana, por lo que hay un gran interés por la fruta española. Tanto por la naranja como por la clementina".
Sin embargo, Paniagua augura que la naranja egipcio tendrá un papel relevante. "Por ahora, pensamos que habrá que trabajar producto de Egipto sin más remedio, los propios supermercados lo van a exigir porque la calidad que se está viendo por ahora en España es bastante preocupante. Y también hay que tener en cuenta otro factor que va más allá de la propia fruta", adelanta Jesús Paniagua sobre los conflictos bélicos: "Con las guerras, se han cerrado algunas ventas para Egipto, por lo que inevitablemente entrarán más naranjas a Europa".