La factura eléctrica asusta a Ouigo
La situación no es la ideable.
Ouigo, el primer operador que terminó con el monopolio de la alta velocidad de Renfe ha visto reducidos sus beneficios en 2022 y lo ha hecho, sobre todo, por el preocupante incremento de la factura energética.
Tal y como recoge El Economista, la empresa que depende del grupo ferroviario público francés, SNCF, cerró el pasado año con unas pérdidas que escalaron hasta los 36 millones de euros.
Pese a su expansión en otras ciudades españolas, el nuevo cálculo referente a 2022 provoca un aumento del 15%, algo que se ha hecho notar, sobre todo, por la subida de los precios energéticos.
El citado medio recoge que las últimas cuentas oficiales también señalan que el aumento de negocio permitió los 106 millones de euros de ingresos. Pero es que la partida de suministros se triplicó, pasando de 5,9 millones de euros a 19,57 millones.
Consulta pública sobre los cánones ferroviarios
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha iniciado una consulta pública sobre la supervisión que realiza de los cánones ferroviarios que aplica Adif a los operadores (Renfe, Iryo y Ouigo) por el uso de la red pública.
El regulador ha iniciado esta consulta, que estará abierta hasta el 22 de diciembre, tras años advirtiendo de que el modelo de Adif para determinar el coste directo de la operativa ferroviaria traslada costes que no varían con el tráfico, algo que sería incompatible con el reglamento.
"A pesar de las múltiples ocasiones en que se ha requerido a los administradores de infraestructuras (Adif) que mejoraran su modelo, la CNMC no ha podido constatar avances al respecto", se lee en el texto en el que argumenta este consulta.
El canon se compone de una parte que se aplica para suplir el coste operativo de cada viaje en tren, y de un recargo adicional con el que Adif puede recuperar otra parte de los gastos que asume como administrador de la infraestructura.
La alternativa que ha cobrado mayor protagonismo en los últimos meses frente al modelo de cálculo actual es la de subvencionar con dinero público los déficits que pueden surgir tras alcanzarse el mejor equilibrio entre los cánones más altos posibles para que Adif no pierda dinero pero consiguiendo el mayor número de viajeros posible (al mantener el precio bajo sin impactar en los resultados del operador).