La cosecha de girasol se muere en España
Malas noticias.
Malas previsiones para un sector clave de la economía española y con incidencia en la segunda comunidad autónoma productora de un artículo que ha experimentado un tiempo de vaivenes en el precio. La cosecha de girasol en Andalucía se enfrenta a un importante varapalo en forma de un descenso de la extensión explicado por varios motivos, según ha recogido el portal especializado Olimerca.
En este sentido, y tal y como ha expuesto el el presidente de Asaja-Sevilla, Ricardo Serra, en la XXXVIII edición de la Jornada de Cultivos Herbáceos celebrada en la ciudad hispalense, las cifras son claras. El cultivo de girasol ha visto desaparecer un 20% de superficie en la presente campaña en la provincia andaluza (de 129.350 ha en 2022 a 103.229 ha en 2023), pero el indicador en toda la región ha sido del 19% (de 246.346 ha en 2022 a 200.170 ha en 2023).
Con estas estimaciones de los servicios técnicos de Asaja-Sevilla en la mano, la previsión pasa por una reducción de la producción en Sevilla de un 42%, (pasando de 129.350 tn en 2022 a 75.357 tn en 2023), y un descenso global del 46% en Andalucía (de 279.367 tn en 2022 a 150.127 tn en 2023). Lo que implicaría no ser suficiente producción como para satisfacer el consumo interno.
La PAC y la sequía
Así, en la citada información se apunta a los motivos que explican este escenario, principalmente dos. El primero tiene que ver con la Unión Europea y la entrada en vigor de la nueva Política Agraria Común (PAC). Implementa nuevas prácticas de eco regímenes de rotación de cultivos, que ha tenido gran éxito al sumarse buena parte de los agricultores que cuentan con terrenos de cultivos en extensivo.
No obstante, la clave de esta amenaza de varios frentes también está en la volatilidad instaurada en el mercado internacional por culpa de la invasión rusa sobre Ucrania, el gran país productor de girasol. Según el socio de Northstar Brokerage Commodities, Pedro Villa -en declaraciones recogidas por Olimerca-, las cotizaciones de las semillas oleaginosas “han evolucionado con una gran volatilidad durante los últimos años, pasando de 400 euros/tn de antes de la pandemia, a los 600 euros/t por los problemas climáticos que tuvo Ucrania en otoño de 2020, y hasta llegar a 800 euros/tn con la invasión rusa del territorio ucraniano”.
Con todo, actualmente el escenario es mucho más optimista, aunque Villa llama a no bajar la guardia. "Ahora volvemos a tener unas cotizaciones similares a las de 2020, en torno a los 422 euros/t, pero esto nos muestra que debemos acostumbrarnos a vivir con las incertidumbres y saber adaptarnos a ese mercado tan variable".