El Gobierno eleva al 2,4% su previsión de PIB para 2023, pero recorta cuatro décimas la de 2024
El Ejecutivo, como cada octubre, ha remitido el Plan Presupuestario de 2024 a la Comisión Europea, donde se ha incluido una previsión de déficit.
El Gobierno en funciones ha elevado su previsión de crecimiento de este año para el Producto Interior Bruto (PIB) hasta el 2,4%, tres décimas por encima de la proyección anterior, mientras que ha recortado cuatro décimas su estimación para el avance de la economía en 2024, hasta el 2%.
El Gobierno ha remitido el Plan Presupuestario de 2024 a la Comisión Europea, donde se ha incluido una previsión de déficit en el entorno del 3% para el año próximo y una ratio de deuda pública por debajo del 110% del PIB ya para 2023 (108,1%).
Como cada mediados de octubre, el Gobierno ha enviado a la Comisión este informe en cumplimiento con las normas comunitarias. El texto con destino a Bruselas cuenta tanto con las previsiones del cuadro macroeconómico, como con la evolución de las finanzas públicas del país y el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Desde el Ejecutivo explican que en 2023 el efecto de una política monetaria más contractiva de lo esperado se compensará con la sorpresa positiva de las exportaciones de servicios no turísticos.
Hacia una desaceleración del consumo privado
Las estimaciones apuntan a que el PIB en España en el segundo semestre estaría experimentando una desaceleración por la contracción monetaria, principalmente a través de la desaceleración del consumo privado, como apuntan los datos más recientes debido al impacto directo del endurecimiento de las condiciones monetarias. Por otro lado, la economía española sufriría el impacto directo de la política monetaria contractiva a través de la demanda exterior.
De su lado, el menor crecimiento proyectado para la zona euro explica la revisión a la baja en el crecimiento del PIB para 2024, mientras el consumo y la inversión aceleran su crecimiento. A pesar del endurecimiento más persistente de lo esperado de las condiciones monetarias la economía española mantendrá su dinamismo, defiende el Gobierno.
En 2024, el crecimiento del PIB pasará a descansar en la demanda nacional, así como en la moderación de la demanda externa por el debilitamiento de los socios comerciales. El Ejecutivo señala que la aceleración prevista del consumo y la inversión en 2024 se sustenta en el despliegue del Plan, el dinamismo del mercado laboral y la solvencia financiera de hogares y empresas, cuya deuda ha alcanzado niveles mínimos desde 2002 según las cuentas financieras del segundo trimestre.