Francia declara la guerra a Airbnb
La polémica llega al Parlamento francés.
Francia se pone seria con Airbnb. El hecho de que un gran número de viviendas estén destinadas al alquiler turístico a través de esta empresa está provocando que el precio medio de los alquileres en las principales ciudades francesas se dispare.
Y la clase política gala ha decidido tomar medidas. Tal y como recoge el portal especializado Preferente, tres diputados (Julien Bayou, Christophe Plassard e Iñaki Echaniz) han presentado en el Parlamento francés siete propuestas para limitar las consecuencias económicas que esta clase de alquileres ocasiones en las zonas turísticas del país.
Iñaki Echaniz ha justificado que la política francesa debe actuar porque “los precios son de locura, llegamos a situaciones en las que la gente local no puede vivir”.
No obstante, las propuestas presentadas son ajenas a cualquier partido político y a cualquier región francesa. Entre las medidas destacan una reducción de 120 a 90 en el número de pernoctaciones anuales y una reforma en la fiscalidad de las segundas residencias para que los municipios tengan la posibilidad de cobrar más impuestos a los propietarios de esta clase de viviendas.
En definitiva, lo que se busca es que las viviendas gestionadas por Airbnb no tengan tan fácil poblar las localidades más turísticas de Francia.
Airbnb incorpora la categoría Habitaciones
Airbnb también ha sido protagonista durante estos últimos días por otro motivo. La compañía ha anunciado el estreno esta semana de la categoría Airbnb Habitaciones, que agrupa un 1 millón de habitaciones privadas, con acceso a zonas compartidas como la cocina, el salón o el jardín.
Según informa Europa Press, el cofundador y director ejecutivo de la plataforma, Brian Chesky, ha destacado que con esta novedad vuelven a su idea original de compartir y ha indicado que las habitaciones “suelen ser más asequibles”.
En ese sentido, más del 80% de las habitaciones privadas en la plataforma cuestan menos de 100 dólares por noche (91 euros), y el precio medio por noche se encuentra en 67 dólares (60 euros).
Por otro lado, Airbnb también argumenta que este tipo de estancia conlleva una ventaja: al quedarse con un anfitrión, se puede entablar una conexión personal y “también vivir unos días como un habitante más del destino”.