Este es el impensable paradero final de las naranjas del centro de Sevilla
Un final... ¿amargo?
Puede que sea una de las dudas o sorpresas más típicas la primera vez que un extranjero o visitante pisa Sevilla. Si algo forma parte de la serie de características que marcan a la capital hispalense tiene mucho que ver con la apuesta por la flora de sus calles. Aunque es común verla en otras ciudades españolas, suele llamar la atención la existencia de árboles frutales.
Estamos hablando de los pequeños naranjos que pueden ser vistos a lo largo de las calles sevillanas y que dan como fruto unas pequeñas naranjas. Se calcula que en la ciudad hay 50.000 de estos árboles, aproximadamente.
Lógicamente, lo primero que a uno le puede venir a la cabeza al ver sus ramas repletas es si podría extender la mano y hacerse con una de estas naranjas. En primer lugar, no lo hagas porque no está permitido y, en segundo, porque esas pequeñas naranjas, las Citrus × aurantium no se comen.
¿Para qué se utilizan las naranjas amargas de Sevilla?
Lo primero que hay que destacar es que esta variedad de naranjo agrio fue introducida por los árabes hace miles de años, por un pretexto puramente ornamental, es decir, para decorar las calles. Mas no solo desde el punto de vista estético, también del ambiente, puesto que el agradable olor a azahar es otro de los signos de identidad de Sevilla cuando estos naranjos florecen.
Entonces, ¿se dejan caer sin más las naranjas amargas?, ¿para qué se utilizan si hay tantos árboles en Sevilla? La realidad es que sí tienen uso. De forma común son utilizadas para hacer mermelada, perfumes, bebidas alcohólicas, incluso compost -abono-, o servir de alimento para el ganado. Incluso hay proyectos que la usan como método de generación eléctrica, a partir del gas.
Pero hay un bonus track que ha convertido a esta naranja en legendaria, más allá del Canal de la Mancha. La naranja amarga es conocida en Reino Unido como Seville orange -naranja sevillana-. Además de que la gastronomía inglesa se pirra por este tipo de sabores para realizar contrastes en sus platos, una de las marcas de sus bebidas más icónicas, la ginebra, siempre ha tenido estas naranjas en su receta original. Se trata de la archiconocida Beefeater, que en los últimos años hasta ha desarrollado ediciones especiales con homenaje a la naranja amarga de Sevilla.