Es un pueblo con riqueza natural única y el primero en España en cumplir 1.200 años de vida
Feliz cumpleaños... sin velas, claro.
El pasado día 1 de octubre, un Ayuntamiento español cumplió la friolera de 1.200 años desde que obtuvo su Fuero. En el año 824, se convirtió en el primer pueblo -de lo que acabaría siendo la España moderna- en obtener una carta pueblo por parte del Reino de Asturias.
Se trata del caso de Brañosera (Palencia, Castilla y León), que tal y como recoge El Mundo, viene de celebrar los actos conmemorativos de la obtención de dicho Fuero. Una distinción que fue reconocida también con carácter oficial por el Congreso en 2018.
En plena zona montañosa y con origen prerromano, antaño fue refugio de cristianos que huían de las tropas árabes creando la que se conoció como Brann Ossaria y que acabaría derivando en su topónimo actual.
Creció fundamentalmente al calor de dos únicos requisitos de carácter económico relacionados con el valle en el que localiza. Todos aquellos que quisieran explotarlo a su antojo deberían, primero, ser sus habitantes, y segundo, sufragar al conde la mitad de la paga de lo que se hubiera cobrado a ganaderos por llevar a pastar allí al ganado. Un uso económico fundamental de ese espacio.
Un auténtico tesoro natural y patrimonial
Cabe destacar que Brañosera no solo sobresale por este pasado de récord. También lo hace por albergar entre sus lindes un auténtico tesoro natural y paisajístico, que puede ser apreciado en sendas y rutas como la de La Pedrosa, que va por Brañosera y Barruelo, junto a la ribera del río Rubagón.
Precisamente, esa travesía arranca en otro de los tesoros, pero esta vez patrimoniales, del primer pueblo de España, la ermita de San Roque. También destacan otros templos, como la iglesia de San Miguel.