El nuevo sistema para evitar que te engañen al comprar una vivienda triunfa en España
El servicio puede evitar que el comprador tenga que desembolsar sumas de hasta cinco cifras para arreglar problemas que el inmueble escondía.
Comprar una vivienda es para muchas personas la gran inversión de su vida. Sin embargo, pese a ser una decisión en la que se pone en juego el dinero ganado tras muchos años de trabajo, hasta ahora, en España se confiaba ciegamente en que la empresa o persona que vende el inmueble no nos iba engañar. Esa ‘despreocupación’ es curiosa si se tiene en cuenta que para otros bienes no tan costosos, como puede ser la compra de un coche de segunda mano, sí que muchos acudían a un taller de confianza para confirmar que el vehículo no presentara ningún problema mecánico.
Pero las tornas están cambiando. Y ya ha llegado a España una actividad que 9 de cada 10 personas contratan en Estados Unidos: la inspección de viviendas. Buena prueba de este cambio es que ya existe una empresa que se dedica en exclusiva a este trabajo: Revicasa. Según los datos que maneja la compañía, uno de cada cuatro inmuebles cuenta con un problema grave que no se puede detectar a simple vista y que, a la larga, acaba suponiendo un gasto extra (en ocasiones muy importante) para el comprador.
Daniel Martín, socio fundador de Revicasa, explica a El HuffPost que “los principales problemas ocultos de las viviendas son humedades, daños estructurales y problemas en instalaciones (electricidad, fontanería, sistemas de climatización…). A simple vista no se pueden detectar, tienes que utilizar ciertas herramientas para comprobar que el funcionamiento sea correcto”.
En cifras, Martín precisa que, aunque todo depende de las dimensiones de la vivienda, “en un problema de humedades, como mínimo, el coste del arreglo asciende a 2.000 euros. Aunque lo más habitual es que el precio llegue a entre 5.000 y 8.000 euros”. Asimismo, “en el caso de los problemas estructurales, nos podemos mover en costes de entre 10.000 o 12.000 euros si el daño no es muy grave. Que la cifra sea mayor o no depende del tipo de vivienda y de cuál sea el problema concreto”.
Análisis con herramientas tecnológicas
Para detectar esos defectos que los inmuebles esconden, en Revicasa hacen uso de herramientas tecnológicas como cámaras térmicas, higrómetros o sonómetros. El socio fundador de la empresa señala que “por ejemplo, con las cámaras térmicas podemos comprobar si los sistemas de climatización (ya se trate de suelo radiante, aire acondicionado o radiadores) funcionan correctamente”.
Igualmente, otro aspecto a tener en cuenta es que las personas que realizan las inspecciones son arquitectos colegiados con experiencia en reformas. “La razón de que tengan esta cualificación es que se necesita que sean profesionales que hayan trabajado anteriormente en la rehabilitación de viviendas y que, además, tengan conocimientos técnicos”, aclara Daniel Martín.
El funcionamiento de las inspecciones, paso a paso
Martín detalla que el procedimiento que se sigue en estas inspecciones de viviendas es el siguiente: “Lo primero es entrar en nuestra página web, comprobar la disponibilidad según la provincia (el servicio está disponible en todas las provincias peninsulares españolas) y contratar la inspección”.
“Posteriormente, el arquitecto colegiado acude al inmueble y, cuando llega, lo primero que hace es analizar las partes exteriores de la vivienda, ya sea un piso, un bloque de viviendas o un chalet. Lo que se examina principalmente en el exterior son los posibles problemas estructurales, constructivos o de humedades. Después, ya en las partes interiores, se estudian en detalle las instalaciones de gas, fontanería, electricidad, climatización, los aislamientos (sobre todo ventanas) y los acabados”, desarrolla el socio fundador de Revicasa.
Posible rebaja en el precio final
Todo lo analizado sirve para confeccionar un informe que se le entrega al potencial comprador 24 horas después de la inspección. El documento incluye “un presupuesto de lo que pueden suponer los problemas detectados (si se diera el caso). Además, también se proporciona información sobre el estado legal y registral de la vivienda para evitar sorpresas”, señala Daniel Martín.
Ese informe es el que puede servir, más allá de para conocer las deficiencias de la propiedad, para conseguir una rebaja en el precio final. En ese sentido, Martín apunta que “hemos visto que gracias a nuestro informe los potenciales compradores tienen justificada una rebaja en el precio si hay un problema oculto. Además, hemos comprobado que es más sencillo que los propietarios accedan a aceptar una oferta a la baja cuando el potencial comprador argumenta que existe una deficiencia que ha sido comprobada en la inspección”.
No obstante, el hecho de que la inspección pueda acabar derivando en una reducción del precio final puede ser un problema desde el punto de vista del vendedor. Por ello, para evitar problemas, el socio fundador de Revicasa subraya que “en el formulario de reserva es obligatorio que nos confirmen que la parte vendedora sabe que vamos a acudir a su vivienda a hacer una inspección”.
Tarifas según tipo de vivienda y superficie
En cuanto al coste que tiene este servicio de inspección de viviendas, Daniel Martín explica que “tenemos tarifas fijas en función del tipo de vivienda (pisos, chalets y locales) y de los metros cuadrados. El rango es desde 249 euros para un piso de hasta 90 metros cuadrados a 499 euros para un chalet de más de 250 metros cuadrados”.
De esta forma, la empresa, que es la primera en España cuyo modelo de negocio se basa al 100% en esta actividad, ofrece al potencial comprador la posibilidad de poder contar con la tranquilidad de que la inversión que va a realizar realmente se destina a un inmueble que merece el precio que va a pagar por él.