El comportamiento 'consumo de crisis' cambia la forma de comprar en el súper
Impacto directo en el consumidor.
La serie de espirales inflacionistas que han convulsionado el mercado internacional tras la invasión rusa de Ucrania y las consiguientes sanciones a Rusia han obligado a la población a tener que apretarse el cinturón en muchos casos y ha variar sus elecciones a la hora de elegir el contenido del carrito de la compra. Pero la realidad es que estas escaladas de precios, aunque han tenido vaivenes, se han prolongado durante un amplio espacio de tiempo. Y eso tiene consecuencias.
El modelo y hábitos de consumo han cambiado a raíz de este complejo escenario inflacionista. Ahora los clientes van con más frecuencia a los puntos de venta, pero eso no se ha traducido en un mayor volumen de productos adquirido. Todo lo contrario. Según ha publicado El País en un reportaje, el sector de la distribución ya habla de un concepto definido, una "crisis de consumo".
En esa línea se pronuncia Ignacio García Magarzo, director general de la patronal de supermercados Asedas, al señalar al mencionado diario que "la inflación nos vuelve a situar en un escenario parecido al de 2008, pero esperamos que no tengamos una bajada de consumo como en aquel momento".
El cambio de conducta se plasma en las cifras
Lo cierto es que desde Asedas han puesto cifra al cambio de modelo de conducta y hábitos de consumo. Lo han hecho tomando como referencia a un consumidor híbrido -compra tanto en tienda física como online- que acudía a hacer la compra en un intervalo medio de 6,52 días en 2021, frente a los 6,9 días de 2020. También se refleja el cambio en el gasto. Si el pasado año desembolsaba 70,98 euros frente a los 71,36 euros de 2022.
"Nos encontramos ante un escenario de extraordinaria complejidad", reconoce Magarzo, con los datos en la mano de un estudio elaborado por María Puelles, profesora de la Universidad Complutense, y Gonzalo Moreno, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid.
Entre las principales conclusiones que se desprenden de este trabajo de investigación destacan el número de personas mayores que confía más en la compra por internet, que la mayoría de la gente opta por comprar por los canales, convirtiéndose en el perfil de consumidor que más dinero destino. Unos 5.794 euros al año en 2021, un 3,83% más que en 2020, frente a los que lo compran solo en tienda física (3.368 euros de media, un 2,76% menos que el año anterior) y los que recurren a páginas especializadas (3.674 euros, un 9,63% menos).