El BCE sigue tensando la cuerda pese al frenazo a la inflación
El organismo presidido por Christine Lagarde mejora las previsiones, pero todavía no abre la puerta a una bajada de unos tipos de interés que, solo en España, afectan a cinco millones de personas.
Aunque la situación de la inflación parece bajo control y algunos expertos ya invitan al Banco Central Europeo a enterrar el hacha de guerra, terminar con su mano dura y empezar a bajar los tipos de interés, la autoridad monetaria no deja de tensar la cuerda.
Las previsiones de inflación que el propio organismo presidido por Christine Lagarde compartió hace una semana han generado optimismo y han venido a confirmar el frenazo económico, aunque la política restrictiva siga siendo la misma.
Con los tipos de interés en el 4,5%, los argumentos para comenzar con una desescalada del precio del dinero se han multiplicado en los últimos días y más, sabiendo que, solo en España, la situación sigue afectando a unos cinco millones de familias.
Pero la gran noticia de la reunión del pasado 7 de marzo fue precisamente las proyecciones del BCE, que apuntan a que la inflación seguirá bajando y "se situará, en promedio, en el 2,3% en 2024, el 2,0% en 2025 y el 1,9% en 2026".
Es decir, que para la autoridad monetaria cree que el próximo año se alcanzará el objetivo que lleva fijando desde hace casi dos años, el del 2%, para hacer frente al alza de los precios.
La "estrategia errática" de Lagarde
Para los expertos, continuar con esta etapa restrictiva en la economía europea solo servirá para seguir haciendo daño al poder adquisitivo de la ciudadanía, como ha venido ocurriendo desde hace dos años.
Algunos no comprenden que siga tensando la cuerda de esta manera, provocando un menoscabo importante para el crecimiento económico de toda la eurozona.
La propia Lagarde trató de justificar la decisión porque, aunque "la inflación ha seguido reduciéndose", hay "presiones inflacionistas internas" que "siguen siendo intensas".
Expertos como José Manuel Corrales, profesor de Economía y Empresa de la Universidad Europea, no comprenden que no haya dado ya la "buena noticia" a los ciudadanos y tacha de "estrategia errática" el planteamiento del regulador de los bancos europeos.
"Lo que sería interesante es que, más allá de estas previsiones, nos diese una alegría bajando los tipos de interés. Porque es algo que se ha demostrado en estos dos años que no ha tenido efectos positivos en el control de la inflación", defiende, antes de justificar que "se debe a otros factores".
Vista la posición del BCE, José Manuel Corrales cree que "vamos a tener que esperar, como mínimo hasta inicios del verano" para ver bajadas de tipos. "Hay que reconocer que es una estrategia errática del BCE que ha provocado que muchos países de la UE entren en recesión o estén al borde. El caso de Alemania es el paradigmático", razona.
Es, precisamente, esa "receta clásica" del organismo que lidera Lagarde la que considera que ha errado. "La receta clásica de subir tipos de interés para controlar la inflación se ha demostrado que no funciona. Tiene mucho que ver con que se ofrezca estabilidad, seguridad y diálogo social", añade.
Javier Rivas, profesor de Matemáticas Financieras y Técnicas Cuantitativas en EAE Business School, reconoce que ya "se va la luz al final del túnel", pero considera que es "un poco pronto" para bajar los tipos.
"La inflación ya se ha moderado bastante. Le doy la razón a Lagarde de que es un poco pronto, hay que dejar los tipos hasta el verano, para que no haya una carrera por pedir financiación", explica.
El "aguante" de las economías europeas
Los dos expertos resaltan que algunas economías europeas, sobre todo las del sur, han demostrado que se han hecho fuertes ante el alza del precio del dinero.
"Nadie esperaba que, después de una subida, las economías aguantaran tanto. Han aguantado bien incluso sectores que tradicionalmente son muy reticentes a subidas de tasas de interés", expone Javier Rivas.
El profesor en EAE Business School cree que, en la eurozona, "el norte lo ha hecho peor que el sur" y destaca el papel de España. "En España, las cifras del consumo privado no han sido buenas, pero el público lo ha compensado bastante", asegura.
"Nadie esperaba que, después de una subida, las economías aguantaran tanto. Han aguantado bien incluso sectores que tradicionalmente son muy reticentes a subidas de tasas de interés", apunta.
Un análisis parecido al de José Manuel Corrales. Justifica que "la inflación se ha controlado" y, en España, "no es un problema", mientras "las previsiones de crecimiento son muy robustas".
"Tenemos un problema muy serio de pérdida de poder adquisitivo, pero no se ha entrado en una dinámica inflacionista gracias al acuerdo por el empleo y la negociación colectiva", resalta.
Después de ver que existían "elementos" favorables a la creación de una "tormenta perfecta" en el panorama económico, José Manuel Corrales destaca que las previsiones son "bastante mejores de lo que preveíamos".
Con EEUU hemos topado
Como viene siendo habitual, el BCE no da pasos en falso. Cualquier decisión va consensuada con el presidente de la Reserva Federal de EEUU, Jerome Powell, aunque la situación económica sea completamente distinta a la del país norteamericano.
Mientras que la inflación ha repuntado hasta el 3,2% en EEUU, la de la eurozona se moderó hasta el 2,6%. Dos velocidades distintas sobre el alza de los precios, pero que van a la par en las políticas monetarias.
Es por ello que, surgen dudas sobre si las medidas seguirán yendo acompañadas. Javier Rivas apunta a que es algo muy complejo porque "muchos productos se siguen pagando en dólares".
"Si EEUU sube tasas y Europa no, nos envían su inflación para aquí. Por desgracia, va a ser muy difícil que no siga siendo así", reconoce, porque, en el caso de no seguir sus pasos "el euro irá para abajo".
José Manuel Corrales reprocha la "inestabilidad política y social" que hay en dicho país y recuerda que el propio Biden ya propuso a las empresas una subida salarial para evitar seguir con "esta tendencia austericida".
Mientras todo el mundo pone mayor énfasis en hablar de cuál será la reunión en la que el BCE baje los tipos de interés, la autoridad monetaria sigue a lo suyo, apretando a las economías europeas mientras el poder adquisitivo de los ciudadanos continúa descendiendo.