Amenaza de terremoto con la alta velocidad entre España y Portugal
Ouigo, Iryo y Renfe, dispuestos a trasladar su batalla en el mercado español al país vecino.
La apuesta de Portugal por la modernización de su red ferroviaria ha despertado el interés de los principales actores del sector en España. Con el impulso de la movilidad europea eficiente, el Gobierno portugués traza planes ambiciosos, incluyendo la implementación de la alta velocidad, hasta ahora inexistente en el país vecino.
El proyecto de unión entre Évora y Elvas, que conectará con Badajoz, representa un paso crucial en esta dirección, facilitando la futura conexión de Lisboa con Madrid. Sin embargo, este avance no está exento de desafíos, como el desarrollo de la Linha do Norte, que conecta Lisboa y Oporto, clave para la expansión de la alta velocidad en la fachada atlántica.
El nuevo Gobierno portugués, encabezado por Luis Montenegro, se centra en abrir la competencia en sectores tradicionalmente cerrados, incluyendo el transporte ferroviario. Esta apertura a nuevos competidores, como Ouigo e Iryo, promete transformar el panorama ferroviario en la península ibérica.
Renfe, el operador ferroviario español, muestra un claro interés en Portugal. Con la vista puesta en la apertura de la red, la compañía evalúa los medios necesarios para expandir sus servicios en el país vecino. Mientras tanto, Ouigo e Iryo también vigilan de cerca el mercado luso, analizando proyectos de crecimiento y condiciones para su entrada, como la disponibilidad de infraestructura y el acceso al material rodante adecuado.
Además de la conexión entre Évora y Elvas, el Gobierno portugués tiene como objetivo el desarrollo de la Linha do Norte, que conecta Lisboa y Oporto. Este proyecto es fundamental para extender la alta velocidad a lo largo de la fachada atlántica, con paradas estratégicas en ciudades como Santiago de Compostela, Pontevedra y Vigo, lo que impulsaría significativamente la demanda de este servicio para el año 2030.
El compromiso del Gobierno recién formado con la apertura de la competencia en el sector del transporte ferroviario refleja un cambio de paradigma en la política económica del país. Esta apertura no solo beneficiará a los consumidores con una mayor variedad de servicios y precios competitivos, sino que también generará oportunidades de inversión y empleo en el sector.
