Los 10 momentos de París 2024: de las lágrimas de Djokovic a la proeza de Ledecky y la excelencia de Biles

Los 10 momentos de París 2024: de las lágrimas de Djokovic a la proeza de Ledecky y la excelencia de Biles

París 2024 se despide este domingo tras unos Juegos marcados por las 'últimas oportunidades', récords que se antojan inalcanzables e historias que van mucho más allá del deporte.

Djokovic, Duplantis y Rebeca Andrade en los JJOO de ParísGetty Images

Tras 18 días de intenso deporte y un ritmo frenético en las calles de la capital francesa, los Juegos Olímpicos de París 2024 llegan a su fin este domingo 11 de agosto. Durante algo más de dos semanas, el mundo ha mirado a Francia, donde se han producido infinidad de momentos únicos e irrepetibles, en la mayoría de los casos con el espíritu olímpico como gran protagonista... aunque no siempre.

París 2024 echa el telón, pero aquí les dejamos algunos de los momentos que más han impactado al mundo entero: historias emocionantes, reencuentros inesperados, imágenes para el recuerdo o hitos deportivos que desde ya, pasarán a la historia del deporte y del olimpismo.

1. Djokovic se corona con el único título que le faltaba

Sin duda ha sido una de las imágenes de los JJOO: Novak Djokovic arrodillado en la pista Philippe Chatrier de Roland Garros, llorando desconsoladamente y con todo el público aplaudiéndole, rendido ante él y reconociéndole tácitamente como el mejor tenista de la historia y uno de los mejores deportistas de todos los tiempos. Le costó, y mucho, exactamente cuatro citas olímpicas. Pero finalmente, el serbio pudo conseguir el único título que le faltaba: el oro olímpico.

Y no era una cuestión menor, ya que, tras 24 Grand Slam, más de 50 Masters 1000 y casi 100 títulos profesionales, este era el último tren (tiene 36 años) para que la mayor leyenda del deporte de la raqueta pudiera alzarse con el oro olímpico y así se enterrara el único argumento -si es que quedaba alguno-, que le pudiera discutir su eterno e indiscutible legado como el mejor de siempre. París 2024 pasará a la historia por muchas cosas, pero sin duda alguna, una de ellas es la consagración ante el mundo del mayor genio de la historia del tenis.

  Novak Djokovic segundos después de ganar el oro olímpico en París frente a Carlos AlcarazGetty Images

2. Stephen Curry y Lebron James: "Por fin juntos"

Para muchos, dos de los tres mejores de la historia del baloncesto (quizá Michael Jordan sea intocable), para otros, dos auténticas leyendas irrepetibles e inigualables en el baloncesto mundial y para el gran público, dos hombres que han cambiado la forma de jugar a baloncesto. En definitiva, dos de los hombres más influyentes en la historia de este deporte. 

Y como casi todos los genios de esto... son estadounidenses. Para sorpresa de muchos, y pese a la multitud de oportunidades en las que han podido jugar juntos (en la NBA, en los ALll-Stars, en JJOO, en Mundiales...), nunca lo habían hecho... hasta los Juegos Olímpicos de París. "Por fin nos toca juntos", le dijo Curry a Lebron nada más aterrizar en París. Y así fue. Juntos y campeones. Ambos han llevado a su país, con la ayuda de otra leyenda como Kevin Durant, y los jóvenes talentos NBA, a un nuevo oro olímpico, el quinto consecutivo y 17º para el baloncesto masculino estadounidense, y han dejado algunas fotos para la posteridad.

Dos de los más grandes, juntos y exhibiéndose por París, haciendo de la capital francesa su patio del recreo, y todo ello con 41 años en el caso de Lebron y 36 en el de Curry. La oportunidad de brillar juntos les llegó tarde, pero supieron aprovecharla como solo los verdaderos artistas del 'basket' saben hacerlo.

  Lebron James y Stephen Curry durante l final de los JJOO frente a FranciaGetty Images

3. Léon Marchand se exhibe en casa ante su público: cuatro oros y un bronce

Pero si hablamos de consagraciones, casi que sin ningún tipo de duda, a todo el mundo se le viene el mismo nombre: Léon Marchand. Para muchos, el heredero de Michael Phelps, para otros un auténtico titán del agua, y para otros, uno de los nadadores más prometedores que se ha visto en un recinto olímpico.

Léon Marchand, nacido en Toulouse hace 22 años, se ha convertido durante estos JJOO en la principal atracción durante la primera semana. Cada día, miles de personas -y compatriotas-, se abarrotaban en las gradas de La Defense para poder disfrutar de unos segundos de natación del francés, que ha finalizado los Juegos Olímpicos con la friolera de cuatro oros y un bronce.

Oro en 200 m mariposa, en 200 m pecho, 200 m combinado individual y 400 m combinado masculino. De las pruebas que disputó, tan solo se le resistió el relevo 4X100 combinado masculino, donde 'solo' pudo ser, junto a sus compañeros, medalla de bronce.

  Leon Marchand con su cuarto oro olímpicoGetty Images

4. Katie Ledecky: la excelencia llevada al agua

Y sin salir del agua de La Defense, y pasando de una futura leyenda a una mujer que representa la historia viva de este deporte: Katie Ledecky. La estadounidense ha logrado en París otras cuatro preseas a su palmarés: 2 oros, en 1500 m libre femenino y 800 m libre femenino, una plata en relevo 4X200 m libre femenino y un bronce en 400 m libre.

En total, son ya 14 medallas olímpicas para Ledecky (27 años), una proeza casi inalcanzable para el resto de los mortales pero que ella ha convertido en norma con el paso de los años. Nueve oros en su palmarés, que brillan junto a cuatro platas y un bronce, y ya es la atleta más laureada de todos los tiempos. 

Pero sin duda, una de las características que han hecho a Ledecky convertirse en una de las mayores leyendas de este deporte ha sido su constancia y regularidad en lo más alto. Y es que, desde Londres 2012 (cuando asombrar al mundo con su debut en unos JJOO a la edad de 15 años), nadie ha podido superarla en su máxima especialidad, los 800 metros libres, competición en la que lleva como vigente campeona olímpica nada menos que 12 años de forma ininterrumpida.

  Katie Ledecky tras su primer oro en ParísAndy Cheung

5. La vuelta de Simone Biles y la confirmación como mejor gimnasta de la historia

Pero si los focos estaban fijados en alguien, no podía ser otra atleta que Simone Biles (27años) y que llegaba a su tercera olímpica. La estadounidense, tras su retirada prematura en los JJOO de Tokio debido a problemas de salud mental, en lo que supuso un auténtico terremoto en el mundo del deporte y puso en primer plano la llegaba como una de las grandes atracciones a París: '¿será capaz de dejar todo atrás?', '¿podrá superar sus miedos y reponerse?', '¿podremos verla de nuevo en un podio olímpico?'

Pues la respuesta a todo fue sí, sí y sí. La gimnasta brilló como pocas estrellas en los días que duró su competición: tres oros y un bronce, para continuar alargando un palmarés legendario y confirmar, por si quedaba alguna duda, que ella es la mejor atleta de la historia. 11 metales olímpicos así lo atestiguan, siete de ellos, de oro.

Solo un resbalón inesperado pudo alejarla de su cuarto oro en la modalidad de la barra. Pero a fin de cuentas, eso solo demuestra que también es humana. Su historia, motivadora para muchos, e inspiradora para todos, ha vuelto a poner de forma clara sobre la mesa que, realmente todo es posible en el mundo del deporte, y Simone Biles, una de las grandes referentes de su tiempo, así lo ha atestiguado.

  Simone Biles durante la competición en los JJOO de ParísGetty Images

6. Rebeca Andrade: la niña que salió de las favelas de Brasil para coronarse como campeona olímpica

Esta puede tratarse de una de las historias más conmovedoras y motivadoras que se recuerdan en unos Juegos Olímpicos. El oro olímpico conseguido por la brasileña Rebeca Andrade ha supuesto, y esta vez de verdad, un antes y un después en el mundo del olimpismo internacional, no solo de su país.

La gimnasta, de 25 años, es la prueba viva de una historia de superación como no se recuerdan en unos Juegos Olímpicos, y por la que, tras conseguir el mayor reconocimiento a nivel deportivo que cualquiera pueda soñar, logró uno más importante: el respeto y admiración mundial por parte de todos los que, en algún momento, han encendido el televisor para disfrutar aunque solo fuese un segundo de lo que ha hecho la brasileña sobre las colchonetas del Accor Arena - Bercy, lugar donde se ha consagrado con un oro en suelo, dos platas en gimnasia artística general y salto femenino y un bronce en gimnasia artística general por equipos.

Por si fuera poco, y tras una competición prácticamente perfecta, en la que superó nada menos que a Simnone Biles, 'robándole' el único oro que la estadounidense no ha podido llevarse a la boca en estos JJOO, dejó una de las imágenes que representan a la perfección el espíritu olímpico y que, sin duda, ya han pasado a la historia como una de las más impactantes de la historia de los JJOO. En el podio, y nada más recibir la medalla que le acreditaba como campeona olímpica, Rebeca Andrade fue la gran protagonista, después de que sus rivales, Biles y Jordan Chiles, le rindieran un hermoso homenaje a la brasileña, arrodillándose en el podio con los brazos extendidos en una muestra de respeto y admiración como pocas veces se ha visto. 

  Rebeca Andrade en el podio olímpico recibiendo el reconocimiento de Simone Biles y Jordan Chiles, que se arrodillaron en señal de respeto hacia la brasileña.DeFodi Images via Getty Images

7. 'Nadalcaraz': la pareja más mediática de la Villa Olímpica

En clave española, y si hacemos caso a lo que se comentaba de forma generalizada a lo largo y ancho de la Villa Olímpica parisina, la pareja formada por Rafa Nadal y Carlitos Alcaraz, se ha convertido, de largo, en una de las más mediáticas en esto Juegos Olímpicos.

La máxima representación del 'Rey' y su heredero, que llegaba a París como flamante campeón en Roland Garros y Wimbledon, y al que tan solo un inconmensurable Djokovic pudo batir en la final individual, se hacían un hueco en París, entre cámaras, flashes, y opciones de medalla, que finalmente no pudieron concretarse. Pese a la derrota de la pereja en cuartos de final, que alejó las opciones de haber podido firmado una imagen para el recuerdo sobre un podio olímpico, la dimensión de los dos españoles sobre la pista de Roland Garros ya forma parte de la historia del olimpismo.

Pero su eliminación no podrá borrar lo que han supuesto para la infinidad de deportistas presentes en París, y todos y cada uno de los espectadores -españoles y no españoles- a los que nos han hecho gozar, gritar e ilusionarnos con la posibilidad de ver a los dos colgarse una medalla olímpica del cuello... en París. No pudo ser, y no podrá ser, porque a Nadal, con 37 años y un estado físicos más que complicado, no le quedan muchos golpes en su raqueta, pero como se suele decir: "No llores porque terminó, sonríe porque sucedió".

  Rafa Nadal y Carlos Alcaraz sobre la tierra batida de Roland Garros en París 2024Getty Images

8. Imane Khelif y el momento más bochornoso de los Juegos

La nota negativa de los JJOO ha llegado de la mano del boxeo femenino, y ha estado protagonizado por la polémica surgida en torno a la boxeadora argelina Imane Khelif, que a la postre se ha convertido en la campeona olímpica en la categoría de peso wélter femenino.

La argelina ha tenido que enfrentar, especialmente desde su ronda de octavos de final frente a la italiana Angela Carini, todo tipo de insultos, menosprecios por parte de gran parte de la población e incluso de sus rivales, que pusieron en entredicho durante días su condición de mujer, colocando la lupa sobre la boxeadora africana y dejando entrever -implícita y explícitamente- que "no era una mujer".

Imane Khelif padece, según los informes médicos tras numerosos estudios realizados a lo largo de su vida, hiperandrogenismo, algo que hace que su cuerpo presente un exceso de andrógenos y testosterona, que siempre que no supere los niveles establecidos por el COI, están permitidos para competir en unos Juegos.

Muchas han sido las referencias y teorías acerca de si nació con cromosomas XX (biológicamente varón) o XY (biológicamente mujer), aunque lo único real y que se ha podido saber oficialmente es que pasó favorablemente los controles realizados por el Comité Olímpico Internacional, por lo que toda la polémica desatada en torno a su condición, se podría decir que ha sido ciertamente infundada.

 Seguramente, las más dolorosas para ella, las que procedieron de parte de sus compañeras de ring, como la italiana -que posteriormente se retractó y la animó a ir a por el oro- o la húngara Anna Luca Hamori. Finalmente, Khelif logró hacerse con el oro olímpico, acallando todas las críticas y reivindicándose como campeona olímpica, tras superar en la final a la china Liu Yang por puntos.

  IMane Khelif con su oro olímpicoAnadolu via Getty Images

9. Carolina Marín: el sueño roto y la crueldad más bestia de los Juegos Olímpicos

Y por desgracia, en esta lista no podía faltar uno de los momentos -si no, el momento más cruel, desgarrador y doloroso- de los Juegos Olímpicos de París: la terrible lesión de Carolina Marin en las semifinales en el cuadro individual femenino de bádminton ante la china Bing Jiao He, cuando la onubense lideraba claramente en el marcador tras ganar el primer set 21-14 y mandar en el segundo por 10-6.

Pero el deporte tiene estas cosas, y la crueldad volvió a aparecer de la manera más inesperada y retorcida en la vida de Carolina Marín, cuando un mal apoyo le provocaba la tercera rotura de ligamento cruzado de su carrera, esta vez en la pierna de izquierda. Justo en el peor momento, cuando había recuperado un nivel de juego óptimo y se encaraba decididamente a por su segundo oro olímpico, tras el obtenido en Río de Janeiro en 2016.

La española, referente mundial en un deporte dominado por las asiáticas, volvía a revivir una de las peores pesadillas que un deportista puede experimentar y que congeló el corazón de todos los presentes en la pista. El silencio absoluto se apoderó del pabellón, mientras se escuchaban los desgarradores gritos de Carolina, que tras intentar continuar el partido tirando de garra y corazón, terminó por claudicar dirigiéndose a su banquillo con esas fatídicas palabras que tras una semana, continúan poniendo los pelos de punta: "Me he roto... me he roto". 

No consiguió medalla olímpica, ya que no pudo presentarse al partido por el bronce, pero se llevó el reconocimiento, admiración y respeto mundial del mundo entero, al que se sumó su rival de semifinales, quien en el podio y tras recibir la plata olímpica, posó para las fotos oficiales con un pin en su mano izquierda con la bandera de España en honor a Carolina.

  Carolina Marín tendida en el suelo tras sufrir su lesión en ParísGetty Images

10. Duplantis, el extraterrestre de la pértiga: récord mundial, oro olímpico y París a sus pies

No podía faltar. Una vez más, Armand Duplantis. De nuevo pulverizando el récord del mundo en un gran escenario. Una vez más, el sueco demostró que para él no existen los límites y que su único rival es él mismo. Esta vez, en el recinto olímpico de Saint-Denis, frente a un público entregado y con su mejor amiga, la pértiga, como gran aliada, volvió a hacer historia.

Un centímetro más, dejando el récord del mundo en el salto de pértiga masculino en una altura casi inalcanzable 6,25 metros, siendo esta la sexta vez que bate su propio récord. Con sus rivales aplaudiendo y animando para que la heroicidad volviera a abrirse paso y las manos de Duplantis volvieran a hacer magia. "No tiene pies, tiene muelles", ha sido una de las frases más repetidas en las retransmisiones internacionales. Único e inigualable. Seguramente no veamos nada semejante, ni remotamente parecido, en décadas, pero para Duplantis fue un día más en la oficina: segundo oro olímpico y nuevo récord del mundo.

  Armand Duplantis saboreando su oro olímpico en París 2024NAOMI BAKER