La selección masculina de fútbol, campeona olímpica 32 años después tras imponerse a Francia en la prórroga

La selección masculina de fútbol, campeona olímpica 32 años después tras imponerse a Francia en la prórroga

Camello, el héroe de la final con un gol a lo 'Torres en la Eurocopa 2008' y otro tanto para sentenciar en la prórroga un partido que tuvo de todo, incluidas dos remontadas y un muy polémico penalti para Francia en el descuento. Tercer oro para España en París 2024.

Sergio Camello, en la acción del 3-4 en la prórroga de la final olímpica de fútbolFRANCK FIFE vía getty images

El más difícil todavía. La selección masculina de fútbol ha vuelto a lo más alto de un podio olímpico tras imponerse a Francia 3-5 en la prórroga de la final de los Juegos de París 2024. El partido tuvo de todo, remontadas, también polémica y un tiempo extra en el que sentenció Camello, uno de los previstos como descartes de la selección, con un doblete.

La victoria tiene un valor inmenso y sirve para levantar un 'viernes negro' del olimpismo español, para poner fin a una maldición de 28 años sin ganar una final por equipos y para volver a coronar al fútbol español 32 años después de los Juegos de Barcelona.

Apenas diez minutos duró la calma tensa del comienzo. El fallo clamoroso de Arnau Tenas en un tiro mal blocado abría la ansiada final del peor modo. Nada parecía poder salir peor, como imbuido el equipo del espíritu negativo de un viernes que a esa hora iba directo a la peor hemeroteca del olimpismo patrio. 

Contra Francia, en Francia y 1-0 abajo nada más comenzar. Difícil dibujar un escenario más desalentador ante una anfitriona entrenada por Thierry Henry. Pero cuando peor pintaba, surgió una respuesta brava de 'la Rojita' —hoy amarilla—. Agarrada a dos de sus mayores talentos y nombres con peso en el vestuario, Álex Baena y Fermín, la selección respondió en el 18' con una rápida combinación que remató el culé de Huelva a gol. El mismo Fermín que lideró y goleó en cuartos y semifinales aparecía al rescate en la final... Y lo que quedaba.  

Porque España dio otro curso acelerado de acción/reacción y tras el empate fue a por más. Otra vez moviéndose por el área como por el patio de su casa, Fermín aprovechó el rechace a un remate de Abel Ruiz para hacer el 1-2. Y en la siguiente jugada volvió a aparecer Álex Baena, con un lanzamiento de falta con rosca y ajustado al palo corto que sorprendió no sólo al meta galo, sino a todo el estadio. Sin saber cómo, Francia se vio 1-3 abajo. Y porque no cayó el cuarto poco después en un lanzamiento de Miranda.

Lanzamiento de falta de Álex Baena para el 1-3Andrea Vilchez vía Getty Images

La tormenta la asimiló progresivamente la anfitriona y pasados unos minutos de 'duelo' se lanzó sobre la meta de Arnau Tenas espoleada por otro infinito descanso. El meta del PSG, que venía de 'regalar' un gol, salvó otro con una mano imposible a cabezazo de Mateta. Se cantó el 2-3 en el Parque de los Príncipes y se volvería a cantar en varias acciones más hasta el descanso.

Era previsible que Francia arrearía en el segundo tiempo, espoleada por los suyos en las gradas. Cada ocaión, por leve que resultase, era la excusa para que el Parque de los Príncipes se viniera arriba, y con él les bleus en su versión sub-23 olímpica. El balón comenzó a pasar largos periodos en el área española, habitualmente entre un mar de piernas y cabezas tan peligroso como impredecible. En una de las más claras en los primeros minutos, Koné mandó al travesaño un testarazo que no hubiera tenido respuesta posible tras un gran centro de Truffert.

Con Francia volcada para hacer al menos un 2-3 que les diera vida, España tuvo sus opciones de rematar la final. Miranda y Abel Ruiz perdonaron el cuarto y quien perdona... Efectivamente, el renovado asedio galo acabaría encontrando premio, tras otra intervención excepcional de Arnau Tenas.

El gol llegó en el 79' obra de Akliouche, en otro de esos balones enviados al área y que esta vez acertó a tocar lo justo para sorprender al meta español. Quedaba un universo por delante y cada acción de ataque de la anfitriona venía impregnada de una sensación de peligro imposible de evitar... aunque sus acometidas eran más llamativas que efectivas.

Pero de golpe, entró el factor fortuna... o el factor anfitrión. Un agarrón muy leve, de los que hay por decenas en cada área, acabó en la revisión del VAR. Y tras un rápido vistazo, el colegiado dio un penalti que indignó a la selección española. Ya en el descuento, Mateta no falló desde los 11 metros. 

A España aún le dio para un último arreón de fútbol liderado por Pablo Barrios, cuya conducción acabaría en Turrientes, que de un zapatazo la mando al travesaño para silenciar el estadio parisino... que volvió a rugir instantes después cuando Francia rozó el gol de la victoria en el descuento. Pero ni lo uno ni lo otro y el oro se decidiría, otra vez, en la prórroga.

Tras el subidón emocional, la prórroga comenzó con cierto tanteo, hasta que una combinación española por zona central dejó solo a Camello ante el guardameta tras perfecto pase de Bernabé. La resolución del rayista fue perfecta, con una 'picadita' a lo Torres en la Eurocopa 2008. 

Los de Santi Denia hicieron muy bien en no echarse atrás y pudieron hasta ampliar la cuenta en la segunda parte de la prórroga. Se esperaba otra ofensiva total de les bleus, pero el físico ya no era el de media hora antes y entre Arnau Tenas y la defensa blindaron la portería. Por si hiciera falta, Camello completó el partido de sus sueños con el 3-5 a pase del mismísimo Arnau para firmar un doblete y un oro triplemente histórico para el fútbol y el olimpismo español.

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos. Puedes contactar con él en miguel.fernandez@huffpost.es