La selección femenina de fútbol cae con estrépito en semifinales con una tardía reacción y se jugará el bronce contra Alemania

La selección femenina de fútbol cae con estrépito en semifinales con una tardía reacción y se jugará el bronce contra Alemania

Brasil golea 4-2 en un partido que pudo acabar con un marcador mayor pero al que España aún rozó agarrarse con un gol de Paralluelo y un posterior tiro de Alexia al travesaño al filo del descuento que hubiera puesto el 3-2.

Tere Abelleira, en un gesto muy explicativo del partidoGetty Images

Jugar al límite tiene sus riesgos. Salió cara en cuartos con Colombia, pero salió cruz en el peor momento. La selección femenina de fútbol ha caído en semifinales de los Juegos Olímpicos ante Brasil por 4-2

Una derrota estrepitosa de marcador estrecho que sólo se maquilló con un arreón de orgullo en los últimos minutos (y quizás algo más si el tiro de Alexia hubiera ido dentro y no al poste). Pero eso es fútbol ficción. En el de realidad, la campeona del mundo se despide del sueño de ser campeona olímpica y tendrá que renacer para pelear un bronce de mucho valor ante Alemania el viernes. 

Ya no es sólo táctica, hay que recuperar mentalmente a un equipo que viene acumulando glorias para sumar una más, un podio olímpico.

El partido empezó a acabarse en el minuto 5. Un error grosero de Cata Coll al intentar despejar la pelota en su área regaló el 0-1 a Brasil del modo más absurdo. El pelotazo impactó directamente en el bulto, la delantera brasileña, con tan mala fortuna que rebotó en el cuerpo de Irene Paredes y fue directo a portería. La celebración vacilona de Priscila, que ni siquiera marcó, sobró.

Más allá del infortunio, fue el reflejo de que España no estaba. Todo el primer tiempo fue un sufrimiento, entre sucesivas ocasiones de la canarinha para ampliar el marcador. Como en el minuto 10, tras otro fallo de Cata Coll que Portilho no aprovechó. España languidecía atrás y no dejaría de hacerlo con una línea entre débil y lenta por la que se movió sin problemas el ataque brasileño. 

Priscila, en su feo gesto a Cata Coll tras el desafortunado gol en propia puerta de EspañaEurasia Sport Images vía Getty Images

Delante, España quería más que podía. Alguna aparición veloz de Salma Paralluelo y breves combinaciones cerca del área brasileña eran lo poco que podía ofrecer un equipo en ese momento sin rumbo claro y sin que apareciese el talento de las Bonmatí o Caldentey. Lo único positivo, que Brasil también dejaba entrever poca contundencia cuando el balón rondaba su zona de peligro... pero España no sacaba el colmillo

Transcurrían los minutos de un partido gris, con muchos errores y poca calidad de juego, con la sensación de que el 2-0 estaba cerca. Se rozó en el 37', con un pase en largo buscando a Priscila, que le ganó la marca por velocidad a una Ona Batlle deslucida. Suerte que la delantera tuvo la mira desviada al verse sola ante Cata Coll.

Ella no, pero sí acertaría poco después su compañera Gabi Portilho, que se coló sin problemas en el área en un centro largo desde la izquierda al que tampoco llegó a tiempo la defensa española. Era el 2-0 segundos antes del descanso... y cuando parecía empezar a carburar España con alguna combinación más larga y más presencia de Salma por el extremo izquierdo.

El mazazo fue sobresaliente. A la vuelta de vestuarios los cambios eran obligatorios, y fueron tres casi seguidos, incluida la capitana Irene Paredes, gris como sus compañeras. Pero antes de que surtieran efecto Brasil pudo sentenciar con hasta tres ocasiones manifiestas de gol tras otros tantos errores garrafales de España. Pese a toda lógica, 'La Roja' seguía 'viva' y más pudo estarlo si la recién entrada Athenea hubiera estado certera.

No es cliché decir que en el 60' la mejor noticia era seguir yendo 2-0. Las de Tomé lo intentaban con más corazón que fortuna. Brasil empezaba entonces su otro juego, el de descaradas interrupciones y terroríficas lesiones momentáneas que ya practicó con ahínco en este mismo encuentro de grupos. La grada, incluso, pitaba las jugarretas de la canarinha.

Lorena, en una de sus muchas 'lesiones' repentinasCLIVE MASON vía Getty Images

En mitad de la nada, Jenni Hermoso rozó el 2-1 en un buen disparo despejado por Lorena a córner. Prácticamente, el canto del cisne, porque la respuesta brasileña fue una contra de libro que, tras un remate al poste, acabaría en el 3-0 en un rechace aprovechado por Adriana ante la 'dimisión' defensiva española. Parecía el punto y final a las semifinales con más de 15 minutos por jugar.

Brasil siguió rodando por los suelos y España, ahora con Alexia Putellas en el campo, buscó maquillar el marcador. Lo conseguiría Salma Paralluelo en el 85' en otro fallo clamoroso de la defensa brasileña, absolutamente relajada ya. 

La lógica indicaba que todo estaba acabado ya, pero Alexia siempre es Alexia y la del Barcelona se inventó justo después un precioso disparo que sólo Lorena y el palo evitaron que significara el 3-2 para dar una nueva vida a España. Tras 80 minutos de imagen muy negativa, las de Montse Tomé creyeron, pero ya era tarde. Brasil, con todo a su favor, terminaría por ampliar la cuenta y matar las escasas opciones hispanas con el gol de Kerolin antes de otro absurdo descuento interminable. Dio tiempo a que Salma sumara otro tanto para el 4-2 final.

Perdida la opción de oro, que al menos la reacción de orgullo de España le sirva a las campeonas del mundo para mostrarle el camino del bronce olímpico.

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos. Puedes contactar con él en miguel.fernandez@huffpost.es