Adri Contreras toma esta drástica decisión tras su última experiencia en Twitter

Todos conocemos el riesgo de las redes sociales como lugares en los que el anonimato juega un papel fundamental y bajo esa condición 'todo' es posible. Muchos han sido los casos de personalidades públicas que se han visto obligadas a tomar medidas drásticas respecto al mundo digital y cortar de raíz los comportamientos que consideran inadmisibles.

Una de estas desagradables experiencias le ha tocado vivirla a Adri Contreras. El reconocido tiktoker, que saltó a la fama por realizar 'preguntas rápidas' a futbolistas y exfutbolistas, intercambiando opiniones acerca de su trayectoria, sueños, compañeros, se ha visto en la obligación de tomar medidas para acabar con el hate que estaba sufriendo por redes sociales.

Además de su faceta como creador de contenido, en las últimas semanas su trayectoria ha dado un salto más, al entrar en el proyecto de Gerard Piqué como presidente de uno de los equipos (El Barrio) de la Kings League.

Pero no todo ha sido tan positivo para el joven de 26 años, que también está teniendo que soportar todo tipo de insultos y descalificaciones por parte de la comunidad tuitera, ya sea por sus vídeos, su experiencia en el Mundial de Qatar, cuando también fue duramente criticado o por su participación en la Kings League.

Y ya se sabe que en el mundo digital, cuando alguien se sitúa entre ceja y ceja de la comunidad, los ataques injustificados son una constante de difícil solución. Esta vez, el detonante ha sido la invitación que tanto el Real Madrid como Adidas le hicieron al tiktoker para que acudiera a Anfield para ver el duelo entre el Liverpool y el Real Madrid de octavos de Champions.

Por este motivo, numerosas cuentas de 'aficionados' del Madrid se le han echado encima tachándolo de antimadridista y pidiendo explicaciones de por qué el club ha invitado a Contreras cuando hay otros creadores de contenido madridistas. 

Esta campaña se ha saldado con Contreras en el foco de todas las críticas, recibiendo faltas de respeto continuas y numerosos insultos, algo que ha desencadenado en la decisión más 'fácil' para él: cerrar su cuenta de Twitter. 

Es cierto que la red social del pájaro azul, pese a los 'avisos', bloqueos de cuentas y nuevas políticas tras la llegada de Elon Musk a la dirección, continúa teniendo su talón de Aquiles en los comportamientos nocivos de una gran parte de la comunidad, que bajo el anonimato, pueden llevar a cabo todo tipo de actividades casi delictivas que se saldan con poco o nulo castigo.