España se cuela en las semis de los Juegos desde el punto de penalti en un partido dramático

Se rozó el drama en Lyon. La selección femenina de fútbol consiguió un agónico triunfo frente a Colombia en el duelo de cuartos de final de los JJOO, que tuvo que decidirse desde el punto de penalti. 

El partido, que se complicó extremadamente, hasta el punto de verse con un marcador de 2-0 abajo a falta de 10 minutos para el pitido final del partido, se saldó con un 4-2 favorable para las nuestras gracias a los tantos desde los 11 metros de Mariona, Eva Navarro, Salma y Aitana Bonmatí.

El gen ganador, la épica de las futbolistas españolas, además de esa pizca de suerte necesaria para remontar un duelo así, fueron los factores decisivos para que la selección certificara su pase a las semis y entre de lleno en la lucha por las medallas.

El peor inicio posible

La tarde no comenzó nada bien. Un gol tempranero de Mayra Ramírez en el minuto 12 ya vislumbraba que el partido en el Lyon Stadium sería duro, durísimo. Pese a que las nuestras fueron muy superiores durante todo el encuentro, llevando el control y el peso del partido en todo momento, no pudieron traducir esa superioridad en el marcador a lo largo de los 90 minutos.

Justo lo contrario ocurrió con las colombianas, que lograron superar a Cata Coll en dos de las pocas ocasiones de las que gozaron en el partido. Pero sin duda, si por algo destacó el equipo colombiano fue por el enorme esfuerzo defensivo que realizó durante todo el encuentro, marcado por un entramado defensivo casi perfecto, que junto a la solidaridad defensiva de sus jugadoras, logró desesperar a las españolas, que comenzaron a caer en la precipitación constante. 

Pese a todo, la máxima referente en ataque de Colombia y autora del primer tanto, Mayra Ramírez, pudo dar la puntilla al combinado nacional en el minuto 70 (ya con 2-0), en un mano a mano frente a Coll que no logró materializar. Pero España tiene ese algo inexplicable, esa aura que trasciende más allá de lo deportivo, y esa garra con la que, una vez más, las de Montse Tomé dieron un aviso al mundo entero: "Hemos venido a París a por el oro".

Las campeonas del mundo estaban de vuelta. Y supieron despertar a tiempo de la pesadilla en la que se estaba convirtiendo la tarde del 3 de agosto, resurgiendo como el ave fénix, sobre el verde de Lyon. La encargada de encender la chispa no podía ser otra: Jenni Hermoso, quien se encargó de aprovechar un balón suelto dentro del área colombiana tras varios rebotes y anotar así el primer gol de la selección en el minuto 80. La tormenta se había desatado. Y ya no había vuelta atrás.

Pese a los intentos de las jugadoras colombianas por detener el juego en innumerables ocasiones, con pérdidas de tiempo premeditadas, además de otras obligadas por varias lesiones, que iban sucedidas de cambios y parones continuos, la selección española ya había activado el modo asedio. Y tras varios minutos en los que los centros, disparos y ocasiones comenzaron a sucederse de forma continua, en el minuto 98 se obró el milagro con el tanto de Irene Paredes tras un centro de Salma Paralluelo, que hasta el momento no había estado especialmente bien. 2-2 y a la prórroga.

Y España tenía que hacer valer su condición de 'súper favorita'. Pero en el tiempo extra, la energía y la claridad de las jugadoras españolas comenzaron a escasear. Pese a ello, Aitana Bonmatí, Jenni y Mariona, que estuvo hiperactiva por banda izquierda durante los 120 minutos, intentaron evitar los lanzamientos desde el punto de penalti, pero la falta de lucidez pesaba ya en la cabeza y en las piernas de todas las jugadoras, que no pudieron culminar la remontada en la prórroga.

Una tanda perfecta

Y se llegó al momento que cualquier futbolista quiere evitar a toda costa: los lanzamientos desde el punto de penalti. Pero esta vez salió cara. La fortuna, el acierto y la calidad de las españolas marcaron el devenir de la tanda. Todo ello, sumado a una Cata Coll imperial, que detuvo el primer penalti de la tanda y provocó el fallo de Liana Salazar, catapultó a sus compañeras, que anotaron los cuatro penaltis con gran templanza, y lograron consumar una clasificación histórica, marcada por la épica y la heroicidad.

En definitiva, España cumplió con los pronósticos y ya está en semifinales. Eso sí, con más sufrimiento del esperado. El último escollo para que las de Montse Tomé puedan pelear el oro será Brasil, a quienes las nuestras ya vencieron en fase de grupos por 2-0 en un partido marcado por la expulsión de Marta, por lo que el partido de semifinales se antoja mucho más complicado que el de la pasada semana.