El Real Madrid le enseña al Barça dónde queda la Cibeles en el último suspiro
Los blancos se llevan un Clásico sin brillo, en el que siempre fueron por detrás en el marcador y con el que prácticamente sentencian el campeonato de Liga.
La afición madridista puede empezar a cantar el alirón o, al menos, a entonarlo. El Real Madrid ha ganado el Clásico de la Liga (3-2) este domingo, en un partido que apuntaba a terminar en empate, pero que un gol de Jude Bellingham en el tiempo de descuento le da los tres puntos del encuentro a los de Ancelotti que, con esta victoria, le ponen el lazo de regalo a un campeonato al que ya solo le quedan cinco jornadas.
LEl Real Madrid está más cerca de ser campeón de Liga. El después de llevarse en el último minuto un disputado Clásico en el que siempre fueron por detrás del Barça en el marcador. Con dos goles de Christensen y Fermín, los de Xavi soñaron buena parte del partido con seguir vivos en el campeonato, pero Vinicius Jr. (de un polémico penalti), Lucas Vázquez igualaban el encuentro y Bellingham, en el 90, le ponían el lazo a una liga que se tiñe de color blanco a falta de cinco jornadas para su finalización.
Enfrente, un Barça que llegaba al Santiago Bernabéu con la idea de redimir su eliminación de Champions esta semana. Casi lo consiguieron. Los de Xavi, con un tempranero gol de Christensen, se pusieron muy pronto por delante en el marcador, pero alegría duró poco porque, como a lo largo de todo el tiempo reglamentario, el Madrid igualaba el resultado. Primero, con un polémico penalti que convirtió Vinícius Jr. y, luego, con Lucas Vázquez, que igualaba el tanto previo anotado por Fermín. Un gol de Jude Bellingham en el tiempo de descuento, sentenciaba un partido sin demasiado brillo.
En una atmósfera apagada, algo impropio de este tipo de encuentros, el Clásico se decidió en el descuento. Fue la estrella Bellingham, que no marcaba desde febrero, el autor del gol definitivo. Antes, Vinícius, de penalti, y Lucas Vázquez, igualaron los tantos de Christensen y Fermín. Un triunfo que sabe a título para los blancos, que le ganan los tres Clásicos del curso al Barça y se colocan a 11 puntos de su rival, saboreando ya el título de Liga.
Dos imprecisiones de Lunin y Vinícius en su propio campo propiciaron los dos primeros sustos. Precisamente, un pase atrás a nadie del brasileño forzó una acción defensiva de Kroos que fue córner, en el que Christensen remató casi sin saltar ante la mala salida del ucraniano para adelantar a los suyos. El guardameta blanco, que venía de ser héroe en Mánchester, no arrancó con buen pie el Clásico, desnivelando rápido la balanza hacia el lado azulgrana.
Con el 0-1, los de Ancelotti adelantaron unos metros sus líneas. Ni dos minutos después --con un 70% de posesión en los primeros 10 minutos--, disfrutaron de una acción inmejorable para engancharse de nuevo, pero 'Vini' mandó alta un pase peinado dentro del área de Modric. El carioca tuvo otra buena ocasión en un remate de cabeza que no fue preciso, mientras el Barça se encomendaba a las internadas peligrosas de Yamal por la derecha, que hizo trabajar a Lunin.
Sin embargo, el dominio con el balón de los locales se tradujo en el empate cuando no habían pasado ni 20 minutos. Lucas Vázquez insistió por la derecha y regateó a un hasta el momento frágil Cancelo, adentrándose en el área y recortando a Cubarsí, que golpeó su pierna derecha. Soto Grado no dudó en señalar un penalti que convirtió Vinícius --su decimotercer tanto en Liga--.
A partir de ahí, llegaron los mejores minutos del Real Madrid, mientras el Barça sufría defendiendo muy atrás y solo estirándose con jugadas a balón parado. Y fue en otro córner, la tortura de los locales, cuando el Barça pudo ponerse de nuevo por delante con un taconazo de un activo y peligroso Lamine Yamal en el primer palo que sacó en la línea, con suspense desde el VAR, Lunin, redimiéndose de su error inicial.
El joven extremo era un dolor de muelas para Camavinga, incapaz de sostenerlo en velocidad. Los de Xavi tomaron aire con más de posesión, inaugurando los minutos de más igualdad del Clásico, con ambos conjuntos intentando explotar sus armas sin éxito.
Ni siquiera con la más clara de los blancos, con Vinícius encarando solo después de un sensacional robo de Bellingham. Pero el '7', que pudo tirar, prefirió ceder de tacón a un Rodrygo que no remató por una precisa acción defensiva de Christensen. Los primeros 45 minutos se despidieron con la peor noticia azulgrana, ya que De Jong tuvo que retirarse en camilla después de un balón dividido al que fue con más contundencia Valverde. Fue el momento de Pedri.
La salida de vestuarios confirmó el ambiente algo frío en el Bernabéu, con los equipos sin mostrar demasiado colmillo y con un ritmo lento. Solo Yamal por la derecha y un disparo desde al frontal de Bellingham hicieron levantarse del asiento al aficionado. Esa cadencia más pesado beneficiaba al Barça y sus largas posesiones, mientras el 2-1 para el Real Madrid se iba al limbo en una acción a la contra que Vinícius no supo convertir después de una carrera de más de 30 metros.
Xavi intentó agitar el partido dando entrada a Ferran Torres y Joao Félix. Y fue el 'tiburón' quien gozó de una gran ocasión al adentrarse en el área tras una gran galopada que no culminó en una contra, aunque estaba en fuera de juego. El Barcelona estaba mejor en ese ritmo pastoso, y fue en una jugada que parecía aislada cuando Lamine Yamal sirvió un buen balón con rosca que sacó estirándose Lunin, cuyo rechacé llegó a Fermín que no falló y colocó el 1-2 silenciando aún más el Bernabéu.
Pero el guion del partido no acabó ahí, y los de Ancelotti, conscientes de que no perder les permitía casi abrochar el título, siguieron intentándolo y encontraron el premio apenas tres minutos después. En el enésimo intento de Vinícius por la izquierda, esta vez opto por centrar y encontró solo, sin el marcaje de un Cancelo perdido, a Lucas Vázquez que remató de primeras para empatar (2-2) y despertar al feudo madridista.
El '7' madridista pudo sentenciar en otra peligrosa contra gracias a un excepcional envío largo de Lunin, pero dudó en si asistir a Brahim, que había entrado por Kroos, o si rematar, optando por lo último, al muñeco y cuando ya era tarde. El partido entró en una fase de locura en los últimos minutos, con golpes desde ambos lados, aunque sin demasiado peligro para los porteros.
Y la locura se desató en el descuento, con un tanto de Bellingham a pase de Lucas Vázquez desde al derecha. El Bernabéu, que vi como su equipo tuvo que sufrir y defender hasta el final el 3-2, rápido se echó a los brazos de su estrella y a celebrar con su equipo un título que está más cerca, gracias a una ventaja de 11 puntos. De hecho, el estadio aguantó tras el pitido final para cantar el himno y los clásicos 'campeones, campeones'.