Àngela Mataix, de las prácticas en una farmacia a liderar al Baxi Ferrol en su primera final europea
El equipo gallego va a jugar este miércoles (20:00 horas) la final de la Eurocup contra el Villeneuve d'Áscq francés.

Una canasta de Aleksa Gulbe colocaba el 21 abajo para el Baxi Ferrol en casa del DVTK húngaro, en el partido de vuelta de los octavos de final de la Eurocup femenina, la segunda mejor competición continental. Tenían que remontar 16 puntos para mantener los cinco de ventaja con los que partían y clasificarse para la siguiente ronda. Quedaban escasos 15 minutos y estaba todo en contra. Sin embargo, ese 16 de enero se obró el milagro.
El equipo ferrolano logró una remontada que ya es historia del baloncesto español. Pasaron del 39-18 al 60-60 final (13-31 en el último periodo) para empezar con un 2025 de ensueño hasta el punto de que este miércoles, dos años después de jugar en Liga Femenina Challenge, van a disputar el partido de ida (20:00 horas) de la final de la Eurocup contra el Villeneuve d'Áscq francés.
La única jugadora que sigue en la plantilla de aquella época tan cercana como lejana en la segunda división española es su capitana, Àngela Mataix (Onil, Alicante, 2000). Esta base y estudiante de Farmacia en la UCAM aterrizó en la ciudad gallega en julio del 2022 y su progresión ha sido meteórica hasta el punto de ser llamada por Miguel Mendez en la última convocatoria con la selección.
Mataix combina los entrenamientos y partidos de baloncesto en el Baxi con su otra pasión: la farmacia. Está terminando la carrera, de hecho cuenta que espera acabarla como tarde el año que viene, y está haciendo prácticas en la farmacia Isabel Campo, donde además de recetas ahora firma también autógrafos y se saca alguna que otra foto.
"La gente viene y nos desea suerte, nos da la enhorabuena y, además, como llevo el nombre en la bata les suena mi apellido y siempre me acaban preguntando por el equipo, he firmado varios autógrafos y hasta me han pedido fotos. Que te paren por la calle y te feliciten es algo a lo que una no se termina de acostumbrar", se ríe Mataix, que atiende a El HuffPost después de una mañana de gimnasio y antes de comer para ir a las prácticas y después al entrenamiento.
Agradece la libertad de horarios que tiene para poder compatibilizar todo. "Son muy comprensivas y me ayudan en todo lo que pueden", relata Mataix, que ha conseguido que sus compañeras se hayan abonado al equipo y celebren las canastas que la llevaron a ser la jugadora del mes de la competición en enero.
Aunque pueda parecer un palizón el tener que combinar deporte de élite, estudios y prácticas laborales, confiesa que esos ratos entre medicamentos, vendas, cremas o básculas le permite "despejar la cabeza y no pensar todo el rato en el baloncesto".
"Lo uso también como esa vía de escape que se necesita y es verdad que a veces voy más porque yo quiero que porque me digan que tengo que ir", asegura la base alicantina, que cuenta que aún no se ha parado a pensar en cómo celebrar el título, pero sí que se atreve a avanzar que "será por todo lo alto".
Ilusión, mucho cariño y ganas de victoria
Mataix reconoce que están nerviosas, pero que son esos nervios que bautiza como "buenos". Es ese cosquilleo en el estómago que se tiene antes de las grandes citas: "Se respira ese ambiente de que vamos a jugar la final en cualquier rincón y solo hay ganas de que llegue el partido".
Además, A Malata ha colgado el cartel de no hay entradas y se espera un ambientazo en el pabellón ferrolano, algo que "va a ser clave para apretar al rival y que sean esa sexta jugadora que nos de fuerzas".
El cariño y el apoyo no solo les llega desde Ferrol. Todo el baloncesto español se ha volcado con ellas y hasta le dedicaron un cántico este pasado fin de semana durante la celebración de la Copa de la Reina, para la que no estaban clasificadas: "Fue muy bonito ver eso y que nos estén apoyando desde todos los sitios nos da fuerzas para la final. Estamos recibiendo muchísimo cariño".
A pesar de la importancia del partido, Mataix no cambia este miércoles la rutina que tan bien le ha ido y solo va a añadir un pequeño encuentro con sus padres aprovechando que han viajado a Ferrol.
"No voy a hacer nada especial. Por la mañana tenemos tiro voluntario, al que estoy yendo para tirar, estirar y activar un poco el cuerpo. Luego siempre como pasta con hamburguesas y me echo una siesta antes de prepararme. Entre esas dos cosas iré a ver a mis padres", describe la colivenca, que bromea que igual con el gusanillo prepartido no puede dormir, pero sí que por lo menos descansar.

Son consciente de que la final va a ser "muy dura" porque Villeneuve es "un equipo físico y van a ser dos partidos difíciles", pero confían en ellas, especialmente tras el partido contra Asvel, al que ganaron por 31 puntos en casa: "No habíamos jugado contra ningún rival de ese nivel y nos salió muy bien. Eso nos da confianza por ver cómo van los tiros con los equipos de competición francesa".
Preguntada como farmacéutica por cuál es la receta de su éxito, Mataix destaca la unión, la preparación que hacen desde el cuerpo técnico y las ganas de reivindicarse de unas jugadoras que se han tenido que ganar con sudor cada minuto en la élite.
"No tenemos un secreto. Ojalá hubiera una clave para decir 'hacemos esto y ganamos', pero no la hay. La verdad que creo que el staff prepara muy bien el partido y nosotras llevamos a rajatabla lo que ellos nos dicen y por ahora nos está yendo muy bien así. Luego hay varias jugadoras que estaban en Liga Challenge el año pasado y son muy conscientes del buen baloncesto que estamos haciendo y de la gran temporada", sentencia.
Eso es lo que remata que tienen que hacer, que no es otra cosa que ser ellas mismas y jugar como siempre para convertirse en el segundo equipo español en ganar la Eurocup tras el Valencia Basket en 2021. Y este miércoles tienen el primer paso.