Adiós a Rudy Fernández, el jugador que desafió a la gravedad para acabar siendo el más listo de la clase

Adiós a Rudy Fernández, el jugador que desafió a la gravedad para acabar siendo el más listo de la clase

Este viernes se retiró oficialmente el alero balear con un palmarés único y tras ser el único jugador masculino de baloncesto en participar en seis Juegos Olímpicos.

Rudy Fernández, en su último partido con la selección en España.Getty Images

Se acabó. Tras una carrera de 22 años repleta de éxitos, Rudy Fernández dijo adiós este viernes a sus 39 años al baloncesto profesional. Su final ya queda ligado de por vida al de la selección española en los Juegos Olímpicos de París, que se despidió de la competición tras perder con Canadá y después de que Grecia derrotara a Australia en la última jornada de la fase de grupos. 

20 años y 10 días antes de esta cita con Canadá se disputaba en el pabellón Son Moix de Palma un partido amistoso contra Croacia. Pudo ser uno más de los que se juegan anualmente, pero este no lo fue. Los espectadores que asistieron vieron cómo Mario Pesquera, el por aquel entonces entrenador, hacía debutar con España a un joven de 19 años llamado Rudy Fernández (en el Juventut de Badalona lo había hecho el 7 de abril del 2002, con 17 años recién cumplidos). En ese momento, se empezaba a escribir la primera página de una trayectoria con España única a nivel mundial. 

Desde entonces y hasta ahora Rudy ha ganado todo lo que un jugador de baloncesto puede ganar, a excepción de la NBA y del oro olímpico. Con España suma dos oros Mundiales, cuatro oros, una plata y un bronce en Eurobaskets y dos platas y un bronce olímpico. En clubes, su palmarés asciende a siete ligas ACB, siete Copas del Rey, tres Euroligas, nueve Supercopas de España, una Eurocup y una Copa Intercontinental. 

Casi nada. Pero no se queda ahí. Fernández es con 266 el jugador con más internacionalidades en la historia del baloncesto español y, por si fuera poco, se ha convertido tras estos Juegos en el único jugador de baloncesto masculino mundial en haber podido participar en seis: Atenas 2004, París 2008, Londres 2012, Río 2016, Tokio 2020 y ahora en los de París 2024. Ningún hombre ha llegado a estas cifras en los 88 años que lleva el baloncesto siendo olímpico. 

Carlos Sánchez Blas, narrador de baloncesto en Eurosport, ahonda en lo que significa la figura de Rudy para el deporte español y no duda en utilizar el término "leyenda" para describirlo. 

"Estamos hablando de una leyenda, de un jugador que ha competido durante más de 20 años, se ha reinventado, siempre ha estado presente y nunca se ha borrado", asegura el especialista, que añade que ha sido un ejemplo para los más jóvenes. "Representa el casi todo para el deporte español", sentencia Sánchez Blas, que lo sitúa en el escalafón histórico en el tercer peldaño, solo por detrás de Pau Gasol y de Juan Carlos Navarro.

Rudy Férnandez, en estos Juegos Olímpicos contra Grecia.Getty Images

De hecho, Rudy ha sido pieza clave junto a Sergi Llull para alargar un ciclo ganador que todo hacía indicar que se iba a terminar antes de lograr el inesperado Mundial de 2019. Después, ya con la retirada oficial de los dos Gasol y de Sergio Rodríguez, sumadas a los problemas de salud mental de Ricky Rubio, la victoria del Eurobasket 2022 fue un hito en la historia del deporte español.

"Él ha jugado un papel fundamental porque cuando la generación dorada se fue apagando, él fue aguantando. Nadie esperaba que ganáramos el Mundial y el Europeo y él ha sido pieza capital", indica Sánchez Blas. 

Además, ha cimentado la competitividad de una selección cuyas nuevas piezas han aprendido desde el día uno lo que es jugar con España y pelear por esta camiseta: "Solo hay que escuchar a Scariolo para darse cuenta que ha tenido un papel esencial para hacer la transición. Por ejemplo en el Preolímpico jugadores jóvenes como Pradilla o Garuba han seguido aprendido mucho a competir con España y él lo ha enseñado".

La explosividad inicial como seña de identidad

Quedarse con una imagen de los casi 22 años de una carrera tan laureada como la de Fernández es una tarea difícil, casi imposible, pero él consiguió una que definía su primera etapa a la perfección: el mate sobre el pívot estadounidense Dwight Howard, en esa época el interior más dominante del mundo, en la final de los Juegos Olímpicos de Tokio. Fue una perfecta metáfora de cómo el baloncesto español miró a la cara a los diferentes dream team que fue llevando Estados Unidos.

Sánchez Blas, por supuesto, destaca ese inolvidable momento, aunque él también retrocede dos años y cambia China por Japón para fotografiar otro de los días cumbre en la carrera de Rudy Fernández: "Todo el mundo se queda con ese mate a Howard, pero yo me quiero quedar con ese partido completo y no solo con el mate porque lo que hace es de estrella mundial. También con el título Mundial de Saitama, donde cambió todo y fue muy importante para España".

El balear, como bien se ve en esa jugada de Pekín 2008, siempre tuvo esa explosividad y esa capacidad para flotar en el aire. Desde sus primeros momentos en el Juventut comenzó a dejar jugadas espectaculares que se multiplicaron tras el debut con el equipo verdinegro de Ricky Rubio, otro talento único. 

Rudy haciendo un mate en la cara de Howard en la final de Pekin 2008.Getty Images

Su nivel en Europa hizo que en 2008 diera el salto a los Portland Trail Blazers de la NBA tras haber sido elegido en el puesto 24 por los Phoenix Suns un año antes y traspasado al equipo de Oregón. 

Su irrupción en la mejor liga del mundo no defraudó y hasta llegó a participar en su primera temporada en el concurso de mates homenajeando a Fernando Martín. Con el paso de los cursos su papel acabó siendo más testimonial hasta que regresó a Europa, de manera definitiva al Real Madrid, en julio del 2012.

Vuelta a Europa y una reinvención única 

Los primeros años en el Real Madrid de Pablo Laso fueron un torbellino a nivel de juego y resultados, aunque en esas dos primeras temporadas la Euroliga se les escapó en la final de la Final Four. En ese segundo año como madridista, Fernández probablemente encadenó dos de las mayores decepciones de su carrera: tras perder la segunda final de la Euroliga contra Maccabi, en verano la selección cayó estrepitosamente en el Mundial de España. 

Sánchez Blas no duda en colocar este torneo como el peor momento de su carrera con España: "En el global creo que sí, fue un torneo anacrónico con Orenga y nada salió bien, aunque también está la derrota contra Rusia en la final del Europeo del 2007 en Madrid".

Al año siguiente, las tornas cambiaron y no solo ganó todo lo que jugó con el Madrid, si no que también se coronó campeón de Europa con España en Lille en un torneo en el que Pau Gasol firmó una de las actuaciones individuales más salvajes de la historia del deporte patrio para eliminar a Francia en su casa. 

Desde entonces y a pesar de que los títulos se han ido sucediendo hasta la última Liga Endesa, Copa del Rey y Supercopa de esta temporada, Rudy fue perdiendo esas piernas y esa capacidad de salto que habían sido su seña de identidad. Las lesiones en la espalda también aceleraron una obligatoria reconversión en su juego. Reinventarse o morir como se suele decir. Y lo hizo. 

Rudy Fernández mordiendo el Mundial ganado en 2019.Getty Images

En el último lustro el alero balear ha potenciado una inteligencia defensiva sin balón y una capacidad para leer todo lo que pasa en la pista antes que el resto que lo han convertido en un jugador único e igual de decisivo que antes. Un cambio de juego y de estilo prácticamente único en el deporte mundial.

"Un jugador que era un anotador compulsivo al inicio y en su final es el mejor defensor de Europa sin balón... Ha sabido negociar muy bien las lesiones y esa reconversión y esa tasa de contexto en alguien tan completo que ha competido durante 20 años es muy difícil de encontrar, no en el baloncesto, ya hablo en el deporte en general", afirma el periodista, que destaca además todos los detalles intangibles que tenía en su cabeza y que ayudaban a decantar los partidos. 

Sánchez Blas pone de ejemplo el balonmano: "Pienso en un central del balonmano que acabe siendo el mejor defensor del pivote o que un extremo sea el mejor defensa lateral, es que él ha pasado de ser el mejor atacante al mejor defensor y es difícil de volver a ver. Estoy seguro que yo no lo voy a ver, quizás mi nieto o bisnieto sí". 

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Aunque nunca se sabrá lo que habría sido los últimos años de Fernández sin sus problemas de espalda, sí que se puede decir que este viernes dijo adiós un competidor único y un deportista que siempre ha estado dispuesto a sacrificar su físico en beneficio del interés colectivo. 

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Alfredo Pascual es redactor de Virales en El HuffPost en Madrid. Escribe sobre noticias de televisión, política, redes sociales, deporte, etc. Estudió periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y un máster en Periodismo de investigación, datos y visualización en la UNIR. Antes de entrar en El HuffPost estuvo en la Cadena Ser y en el Heraldo de Aragón. Puedes contactar con él en alfredo.pascual@huffpost.es