Cómo acabar con la inaceptable desigualdad de género
Las cifras demuestran que cuando las mujeres y las niñas participan plenamente, la economía crece y las naciones ganan en seguridad; no hay mejor momento que este para impulsar el cambio, pues ahora sabemos lo que funciona y sabemos que invertir en ellas no sólo es justo, sino inteligente.
En los últimos 20 años, se han hecho grandes progresos para las mujeres y las niñas en el mundo entero: la tasa de mortalidad materna se ha reducido a casi la mitad; en la actualidad, niñas y niños van al colegio casi por igual; cada vez hay más países que garantizan la igualdad de las mujeres por ley. Pero también es incuestionablemente evidente que aún no hemos alcanzado la participación plena de las mujeres en todos los sectores de la sociedad.
Este es el motivo por el que mi madre y yo lanzamos en 2013 No Ceilings: The Full Participation Project en la Fundación Clinton. Y este es el motivo por el que hemos estado un año trabajando con la Fundación Bill & Melinda Gates, bajo la dirección de Melinda Gates, para calibrar exactamente los logros que hemos conseguido en cuestión de derechos y oportunidades para mujeres y niñas y las brechas que aún quedan.
En No Ceilings [Sin techos], queremos calcular lo que se ha progresado desde 1995 -más concretamente, desde la Cuarta Conferencia Mundial de la ONU sobre la Mujer en Pekín-. En ese encuentro, en el que mi madre representó a los Estados Unidos como Primera dama, delegados de 189 países pidieron una "participación plena e igualitaria de las mujeres en la vida política, cívica, económica, cultural y social". "Si tiene que recordarse algo de esta conferencia, que sea el mensaje de que los derechos humanos son los derechos de las mujeres y los derechos de las mujeres son derechos humanos", declaró mi madre. Aunque puede sonar obvio, no era así en muchos lugares y sigue sin ser así en muchas zonas del mundo.
Ayer, en el Día Internacional de la Mujer, lanzamos una campaña titulada "Not There" [Ahí no] para compartir nuestros descubrimientos a través del alcance de los medios. Estamos entusiasmadas por poder contar con el apoyo de Amy Poehler, Sienna Miller, Jenny Slate, Cameron Diaz, Karlie Kloss, Padma Lakshmi y muchas más; además de grandes marcas como Condé Nast, Unilever, iHeartMedia y Kate Spade. Las comunidades de medios sociales online se unieron en una iniciativa sin precedentes para tomar partido por la la igualdad de género. Las mujeres fueron borradas de los anuncios, desde las vallas publicitarias de Times Square y las portadas de revista, hasta las plataformas de medios sociales y vídeos online. En la URL, lo que aparecía era not-there.org. La igualdad de las mujeres todavía no está ahí -ni en los hogares ni fuera de ellos- y, para demostrarlo, algunas de las mujeres más icónicas del mundo tampoco estuvieron ahí.
Ayer también publicamos el informe No Ceilings: The Full Participation Report en NoCeilings.org. Creemos que es el informe más comprensivo sobre el progreso y las brechas para la mujer. Incluye gráficos interactivos que se pueden compartir para ayudar a los usuarios a entender y comprometerse con los datos y la tendencia. Toda la información es accesible para que la gente la utilice y continúe con su propia investigación, para responder a sus preguntas y que se sientan con poder para lograr un cambio significativo y sostenible.
Hoy, mi madre, Melinda Gates y yo comentaremos todo lo que revela el informe en el Teatro Best Buy de Nueva York. Se puede seguir en directo desde las 19 horas en nuestra web, clintonfoundation.org. El acto es una oportunidad para hablar sobre el trabajo que queda, inspirado por los progresos logrados hasta ahora y por las mujeres que los han impulsado en los últimos 20 años.
Una de mis heroínas personales, la profesora Wangari Maathai, fue una de esas mujeres. Como profesora joven en la Universidad de Nairobi, fue concienciándose de la grave degradación medioambiental y de los derechos de las mujeres en Kenia y, en respuesta a ello, creó el Green Belt Movement (GBM, Movimiento del Cinturón Verde), una organización sin ánimo de lucro que sigue operando para promover la conservación y reducir la pobreza plantando árboles y empoderando a las mujeres. En los últimos 38 años, GBM ha trabajado con las comunidades para plantar la sorprendente cifra de 51 millones de árboles en todo el país. En 2004, la profesora Maathai recibió el Premio Nobel de la Paz, convirtiéndose en la primera mujer africana en ganarlo. Hoy, su hija, Wanjira Maathai, estará en la presentación del informe para discutir sobre el impacto del legado de su madre, la administración de su trabajo y la importancia del papel de las mujeres en los esfuerzos por proteger el medio ambiente en todo el mundo.
Aunque las cifras demuestran que estamos progresando en un buen número de ámbitos -entre otros, la salud, la educación y la protección legal-, también revelan que estos logros no están del todo extendidos. La geografía, los ingresos, la edad, la raza, la etnia, la discapacidad, la orientación sexual y las normas culturales siguen siendo muy determinantes en las oportunidades de una mujer para participar plenamente en esas áreas. Además, sigue existiendo una considerable e inaceptable brecha en la participación económica, el liderazgo y la seguridad.
Sabemos que al evaluar los resultados, podemos cambiarlos, porque todos estamos dispuestos a conseguir la participación plena de mujeres y niñas. Las pruebas muestran que cuando las mujeres y las niñas participan plenamente, la economía crece y las naciones ganan en seguridad; no hay mejor momento que este para impulsar el cambio, pues ahora sabemos lo que funciona y sabemos que invertir en las mujeres y las niñas no sólo es justo, sino inteligente. Se lo debemos a nuestras hijas, a nuestros hijos, para garantizar que todas y cada una de las mujeres y las niñas posean los derechos y las oportunidades para vivir aprovechando todo su potencial.
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés.