Proyecto de país
¿Conocen a alguien que se haya leído un programa electoral completo? Yo no, pero seguro que haberlos, haylos. Estamos en periodo electoral, y es bueno conocer lo que proponen los partidos. El PSOE propone transparencia, participación, y la puesta en marcha de una estrategia integral y transversal de Gobierno Abierto.
¿Conocen a alguien que se haya leído un programa electoral completo? Yo no, pero seguro que haberlos, haylos. Estamos en periodo electoral, y es bueno conocer lo que proponen los partidos con opciones de gobernar este país los próximos años.
Permítanme que haga un resumen de las propuestas que más me gustan del programa del PSOE, partido del que por cierto soy candidato al Congreso de los Diputados en las elecciones el día 20 de diciembre, por lo que reconozco mi subjetividad. Pero, ¿quién es objetivo en este país?
Lo acontecido en los últimos años ha demostrado que es imprescindible y urgente revisar algunas cosas de nuestro modelo democrático, cambios a través de gestos que deben buscar acercar la política a los ciudadanos, eliminar las vallas que han separado a ciudadanía y política.
El PSOE propone en su programa electoral transparencia, participación, y la puesta en marcha de una estrategia integral y transversal de Gobierno Abierto que busca:
- Modificar la actual ley de transparencia, aplicando la máxima de bolsillos de cristal para nuestros gobernantes y paredes transparentes para nuestras administraciones.
- Aprobar una ley de participación que sitúe a los ciudadanos en el centro de la actividad política, con la apertura de portales de gobierno que impliquen y consulten a los ciudadanos sobre las políticas que les afectan.
- Modificar la relación entre representantes y representados, abriendo de par en par las puertas del Parlamento, creando la figura del diputado 351, con un espacio físico y digital para que la ciudadanía pueda solicitar información, gestionar peticiones y entrevistas con representantes políticos, registrar preguntas parlamentarias que cuenten con un significativo número de apoyos ciudadanos, y la participación en debates y consultas públicas que el Congreso abra a la participación a través del debate entre ciudadanos y diputados.
- Y para mejorar el sentimiento de representatividad en la ciudadanía, establecer la elección de diputados y diputadas a través de un sistema de listas desbloqueadas.
Para que España pueda competir en el mercado global, es imprescindible un cambio en nuestro modelo productivo, trabajando por la reindustrialización de nuestro país, aprobando un nuevo estatuto de los trabajadores que nos haga competitivos por la inversión en el I+D+i, y no por bajos salarios.
Además, somos conscientes de que, como defienden algunos economistas, existe un nuevo paradigma con el desarrollo de economías de coste marginal que tiende a cero, siendo previsible que el concepto industrial predominante hasta ahora vaya transformándose en otro, en el que los grandes centros de producción den paso a centros más pequeños y más cercanos al consumidor final, gracias a la filosofía que ya está aplicando el movimiento maker, tras la aparición de nuevas herramientas de fabricación como son las impresoras 3D.
El PSOE no es ajeno a estos nuevos paradigma, y plantea en el programa electoral crear las condiciones para que España pueda afrontar estos cambios con éxito, colocando a la economía española en los puestos de salida.
Internet ha cambiado radicalmente todos los aspecto de nuestras vidas, y la ausencia de una conectividad de calidad nos resta competitividad y posibilidades, individualmente como personas y colectivamente como sociedad.
Por eso me gusta el plan que se plantea, con el título "Toda España conectada", que garantiza el acceso universal a la banda ancha a precios asequibles en todo el territorio nacional, con la meta de conseguir que, antes de 2020, todos los hogares españoles puedan disponer de una conectividad de al menos 30 Mbps, y la mitad de los hogares con más de 100 Mbps.
Todas las medidas planteadas en el programa electoral son realistas y realizables, cuentan con la garantía de una memoria económica que indica el coste de las medidas y de dónde se obtendrán los recursos necesarios para ponerlas en marcha. Están planteadas como un contrato con los ciudadanos, a través de un proyecto de país que va más allá de los cuatro años que dura una legislatura.