Derecho a decidir: ¿Estrella de la Muerte o Independencia para Cataluña?

Hace unas semanas estuvo en casa una compañera muy querida que además de ser fan del Barça -cuenta con equipament, es decir uniforme completo, de Mesi y todo- también siente fuertemente su nacionalidad catalana. Por ella supe que se había puesto en marcha una iniciativa popular para solicitar que el presidente Obama se pronuncie sobre la independencia de Cataluña.

La Casa Blanca tiene una página, "We the People" ("Nosotros el Pueblo", las palabras con las que arranca la declaración de independencia de EEUU), en la que acepta peticiones populares y se compromete a responder a las que alcancen un mínimo de 25.000 apoyos. Este mecanismo es parte del compromiso del presidente Obama de escuchar a sus ciudadanos y darles la oportunidad de interactuar con su Gobierno sobre los asuntos que les importan, es decir, igualito que en España. Esta iniciativa está dirigida a los ciudadanos estadounidenses, pero es continuamente abusada con todo tipo de solicitudes peregrinas.

Me había olvidado de este asunto hasta que repasando la prensa española el fin de semana leí dos noticias vinculadas a ese mecanismo que compartían portada pero recibían tratamientos muy distintos.

Por un lado, la iniciativa de solicitar a la Casa Blanca que construyese una "Estrella de la Muerte", la nave desde la que el malvado Darth Vader sometía planetas en la Guerra de las Galaxias, y por otro la de que la Casa Blanca se pronunciase en torno a la Independencia de Cataluña.

Ambas iniciativas han superado ya los treinta mil apoyos ciudadanos. Sin embargo, los medios reflejaban la petición de la construcción de la "Estrella de la Muerte" como algo propio de frikis mientras se debatían sesudamente las implicaciones de la iniciativa en torno a la independencia de Cataluña.

Sin querer ofender a nadie ni provocar, lo cierto es que a mí me parecen las dos igual de frikis. La primera por lo evidente. La segunda porque pretender que el Sr. Obama tenga algo que decir sobe la independencia de Cataluña a través de un mecanismo pensado para ciudadanos estadounidenses es de frikis. Pero es además incoherente: ¿Cómo, por un lado, se puede argumentar que de lo que se trata es de reivindicar "el derecho a decidir" y por otro se ponen grandes expectativas en que la opinión del Sr. Obama tenga algún tipo de carácter decisivo sobre este proceso?

El Sr Obama poco tiene que ver con la arquitectura del Estado español y menos con el catalán (aunque no se puede descartar que también cuente con equipament de Mesi).

Será que yo no entiendo de banderas, nacionalismos o peticiones. Ni siquiera tengo equipament de Mesi.