El aumento del IVA en cultura, una mala decisión
Hace muchos años que los editores reclamamos IVA cero para los libros porque pensamos que la cultura no debe tributar. En estos tiempos de crisis subir el IVA afectará al consumo de todo tipo de bienes culturales y sobre todo aumentará la piratería.
La pasada semana el Gobierno, aprovechando su mayoría absoluta y por decreto, subió el IVA de todo lo relacionado con cultura: cine, teatro, espectáculos, libros electrónicos, excepto el libro en papel, porque la Federación de Gremios de escritores consiguió convencer al ministro y éste a su vez al Gobierno, y el IVA se mantiene al 4% para los libros en papel.
Hace muchos años que los editores reclamamos IVA cero para los libros (como en Gran Bretaña), porque pensamos que la cultura no debe tributar. En estos tiempos de crisis subir el IVA afectará al consumo de todo tipo de bienes culturales y sobre todo aumentará la piratería, que es el cáncer para los autores, creadores, productores y editores. El Gobierno sube el IVA porque se lo ordenan desde Alemania y Bruselas, pero el nivel de vida de España es más bajo que el de otros países europeos, que tienen un IVA parecido o menor. Los países rescatados tenemos el IVA más alto comparativamente. ¿Qué pretenden? ¿Que dejemos de leer, ver buen cine, teatro, música y nos pongamos únicamente a trabajar para pagar una deuda de la que no somos responsables la mayoría de los ciudadanos?
Hay otra paradoja relacionada con el IVA de los libros, según la Ley del libro en España, se considera libro tanto el contenido en formato papel o formato digital, pero para las autoridades europeas, si el contenido no tiene un soporte físico, fiscalmente se considera el libro digital, una prestación de servicio, y por ello nos obligan a pagar un 21% de IVA por los ebooks. Sin embargo, si estos ebooks se vendieran en un USB o en un dispositivo de lectura, podríamos acceder al 4% de IVA. Un absurdo total, los editores europeos piden que se considere libro el formato digital, pero otra vez nos topamos con el Consejo Europeo, y Alemania junto a Dinamarca no están de acuerdo.
Parece ser que el año próximo se abrirá de nuevo el debate.
Espero que tengan algo de lógica las personas que lo decidan y que sobre todo aprecien la cultura.
En estos momentos necesitamos sentido común, amor por la cultura y solidaridad.