Mujeres 1: Corazón Corazón
Es un programa que presenta lo peor de los pensamientos machistas. La mujer allí existe solamente en su relación con el hombre. Su felicidad o su tristeza, su éxito o fracaso se miden en relación con un hombre.
Han pasado muchos años desde que comencé a ver o a escuchar los últimos 10 ó 15 minutos del programa Corazón Corazón. Enciendo la televisión mientras espero las noticias de la primera cadena, el telediario primera edición.
Si estoy en Madrid y no estoy fuera de casa, recibo mi dosis diaria de este programa clásico de la televisión pública, que ha aguantado y se ha mantenido con gobiernos de diferentes colores, mientras otros programas se han quedado en el camino debido a diferentes razones. La pregunta que nunca me ha abandonado es: ¿Por qué tengo que financiar yo, con los impuestos que pago, este tipo de programa? ¿Por qué se emite en una televisión pública y no en una cadena privada?
El verano pasado, a lo largo de varias semanas y día tras día, se habló sobre el sufrimiento de una cantante famosa por el hecho de haberse separado de su novio. Ocupó horas de emisión televisiva sin saber por qué. Al final lo descubrí... era el periodo previo al lanzamiento de su nuevo disco.
Creo que muchos ya sabéis cómo es el programa, más o menos. Incluso algunos puede que seáis fans. Así que no es necesario que dé muchos detalles o informaciones. Pero así es como yo veo Corazón Corazón:
Tiene una orientación monárquica clara. Hace todo tipo de propaganda a cualquier familia real del mundo, no solo a la familia real española. Les da igual el grado de corrupción o escándalos que salpiquen a estas familias "internacionales". Al final, todos son guapos, simpáticos y muy queridos por sus pueblos.
Es sexista y clasista. El valor principal que se presenta es el de ser rico/a, famoso/a y guapo/a. Si tienes estos tres valores, ya eres grande y mereces ser uno de sus personajes. No te preocupes, si eres famoso/a y rico/a, pero no guapo/a, te llamarán guapo/a por tu dinero y tu fama.
Es un programa que presenta lo peor de los pensamientos machistas. La mujer allí existe solamente en su relación con el hombre. Es un sujeto que depende de él. Su felicidad o su tristeza, su éxito o fracaso se miden en relación con un hombre. En resumen, la mujer modelo de Corazón Corazón es una "cosa" que tiene que tener un referente masculino.
No recuerdo haber escuchado en todos estos años un comentario inteligente en este programa. Se me queda grabado en la cabeza el típico reportero o reportera corriendo detrás del personaje famoso de turno, que pone gesto antipático, mientras que el reportero/a lo bombardea a preguntas, con muy buen rollo y como si fueran amigos de toda la vida. El personaje no responde, así que el trabajador/a sigue bombardeando, no solamente con preguntas, sino también con las respuestas que quiere escuchar.
Señor presidente, ¿por qué no cierra este programa?
Supongamos que estoy de acuerdo con todas las medidas económicas que ha tomado en relación con la crisis. No criticaré ninguna, solamente le planteo esta pregunta ¿por qué no ahorrar todo el dinero que se gasta en este programa que no tiene ningún efecto social o cultural positivo?
Espero no tener que escuchar otra vez la famosa frase que llevamos meses y a diario escuchando: ¡Esta es la herencia de Zapatero! ¡Como si los millones de votantes del PP les hubieran votado para escuchar durante cuatro años la misma frase!
De acuerdo, Zapatero batió el record de mujeres dentro de un gabinete, formó un Ministerio de Igualdad que no sirvió para nada, no cerró las puertas ante muchas manifestaciones machistas, pero ahora es su turno señor presidente. Como parece que está preocupado por la dureza de las medidas y porque estas resulten sensibles ante cualquier tipo de discriminación de género, aquí mataría dos pájaros de un tiro.
En uno de los últimos programas hablaban sobre Mar Flores y cerraron la pieza con esta frase: "Esta es Mar Flores... una mujer completa".
¿Cómo son las mujeres completas? ¿Cómo son los hombres incompletos por no tener mujeres completas?
En un bar de Barcelona, una presunta feminista revolucionaria comenzó a discutir con un hombre al tiempo que hacía gestos con sus manos representando varios tamaños y diciéndole: "Oye, quiero saber qué tipo de macho eres, ¿cómo la tienes, así o así?"
Querido presidente, sabemos que uno no puede ser revolucionario solamente por llevar esa bandera. Sabemos que existen problemas sociales desde hace siglos y la discriminación y la violencia de género no terminan nombrando a muchas ministras. Pero también sabemos que las cosas no se cambian repitiendo la misma frase todos los días.