'Wildmed': lobos para salvar Sierra Morena
Sierra Morena alberga el bosque mediterráneo mejor conservado del planeta. Pero este emblemático lugar se encuentra amenazado. El mítico villano, el tradicional malo de los cuentos, el lobo ibérico, enmienda su pasado y se convierte en el héroe que puede salvar el bosque.
Trailer de Wildmed, el último bosque mediterráneo de ASECIC_VIMEO.
Sierra Morena alberga el bosque mediterráneo mejor conservado del planeta. El único lugar donde conviven el lobo, el lince ibérico y el águila imperial. Pero este emblemático lugar se encuentra amenazado. El fenómeno conocido como seca está matando a encinas y alcornoques; y las grandes densidades de ciervos y jabalíes impiden la regeneración del arbolado. El mítico villano, el tradicional malo de los cuentos, el lobo ibérico, enmienda su pasado y se convierte en el héroe que puede salvar el bosque. Así lo narro en Wildmed, mi primer largometraje.
Entre los espacios naturales protegidos también hay clases. El brillo de Sierra Morena se ha visto tradicionalmente eclipsado por otros lugares más emblemáticos, y más mediáticos: Doñana, Pirineos, Picos de Europa, Monfragüe, Cabañeros, etc. Su magnitud, más de un millón de hectáreas, se ha dividido entre siete parques naturales. Tal vez por este motivo ha pasado desapercibido su enorme valor. Estamos hablando de un lugar en el que en muy pocos kilómetros lineales pasamos de los 70 metros sobre el nivel del mar, a los más de 1.000 metros en sus cumbres. En este gradiente altitudinal acebuchares, encinares, alcornocales y quejigares se van sucediendo hasta culminar en los robledales. La gran variedad de hábitats dan refugio a una rica comunidad de flora y fauna, donde el lince ibérico, el lobo y el águila imperial son los protagonistas.
Pero la masa forestal de Sierra Morena se encuentra en estado grave. Un porcentaje importante de los árboles se halla afectado por la seca o decaimiento. En realidad no se trata de una enfermedad, sino de un conjunto de factores que desencadenan un proceso que culmina con la muerte del arbolado. El primer golpe lo asesta el cambio climático. Para aquellos que no crean en el cambio climático no voy a hablar del posible futuro apocalíptico que algunos científicos nos auguran; voy a referirme a lo que ya ha pasado y a lo que está ocurriendo. Es un hecho que la temperatura media ha ascendido algo más de 1 grado Centígrado en la península Ibérica durante el pasado siglo. A esto se une que el periodo seco del año, comprendido entre las últimas lluvias de primavera y las primeras del otoño, se ha incrementado notablemente. Como consecuencia de ello, los árboles se ven sometidos a un estrés hídrico que los debilita y los expone a contraer otras dolencias.
Ese debilitamiento les hace propensos a ser pasto de diversas plagas de hongos e insectos. En condiciones normales esto no sería un problema, ya que los hongos y los insectos cumplen un papel importante en los ecosistemas. Eliminan los árboles muertos y enfermos, saneando el bosque. Pero en la actual coyuntura, en la que la arboleda en conjunto se encuentra afectada, el resultado puede ser catastrófico. Este efecto se vería mitigado y compensado por la reposición de las plantas muertas por otras nuevas. El problema se agrava cuando comprobamos que la regeneración natural es prácticamente inexistente. Hay un desequilibrio en el ecosistema, con la casi total desaparición del gran depredador mediterráneo: el lobo. Este cánido es el encargado de controlar las poblaciones de ungulados silvestres. Ante la ausencia de lobos en el medio natural, las poblaciones de ciervos y jabalíes alcanzan en Sierra Morena densidades muy elevadas, muy por encima de lo que el territorio es capaz de sustentar. Como consecuencia de esto, los herbívoros someten a la vegetación a una intensa presión, ocasionando daños en árboles y arbustos e impidiendo la regeneración natural, al consumir los frutos y las plántulas encargadas de renovar el bosque. Parece que el futuro de Sierra Morena pasa necesariamente por la restitución del equilibrio ecológico, para que nuevos y vigorosos árboles puedan sustituir a una masa forestal senil y enferma.
Y en este contexto se ha grabado la película Wildmed, el último bosque mediterráneo. Una gran producción que ha tenido un desarrollo complejo. Para poder retratar esos procesos en el medio natural han sido necesarios tres años de trabajo. Uno dedicado a las labores de preproducción y dos empleados en el rodaje. Ahora, con la película ya filmada, hemos tenido que recurrir a poner en marcha un proyecto de micromecenazgo o crowdfunding para poder sufragar los costes de posproducción. De esta forma, damos la oportunidad a los futuros espectadores de participar en el proyecto y de apoyarlo moral y económicamente. Mediante el crowfunding los mecenas tienen la posibilidad de precomprar el DVD de la película, entradas para su preestreno, e incluso se ofertan paquetes de productos para asociaciones y empresas. Una campaña que ya ha cosechado un gran apoyo y que camina con paso firme a lograr el objetivo presupuestario que nos hemos marcado: superar los 6.000 €. Un paso necesario para acabar Wildmed y evitar que Sierra Morena sea el último bosque mediterráneo.