Una llamada de atención para acabar con la somnolencia al volante
"No todo el mundo conduce después de haber bebido o utiliza el móvil mientras conduce. Pero todo el mundo se cansa y, con demasiada frecuencia, los conductores arriesgan sus vidas y las de los demás al ponerse al volante sin haber dormido lo necesario".
Todos sabemos que es peligroso ponerse al volante después de haber bebido, pero ¿y qué pasa cuando estamos cansados? Más del 60% de los estadounidenses admiten haber conducido con sueño al menos una vez el último año. La falta de sueño afecta a la toma de decisiones igual que el alcohol; por lo tanto, existen las mismas probabilidades de sufrir un accidente mortal.
Lo que no ha sido ningún accidente es que el número de muertes de conductores ebrios haya disminuido hasta la mitad entre 1982 y 2014. Este cambio radical se ha debido a los esfuerzos del Gobierno, de las organizaciones sin ánimo de lucro y de los expertos en seguridad vial por cambiar la actitud de los demás con respecto a beber y conducir. Su campaña sirvió para que todo el mundo se tomara el asunto más en serio que nunca.
Pero aunque los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol son conocidos por todos, conducir con sueño sigue siendo una epidemia silenciosa. Según investigaciones, los conductores cansados son responsables de hasta 1,2 millones de accidentes al año, que matan a 8000 personas. Estas cifras dan que pensar, pero apenas sorprenden dado que en un estudio se llegó a la conclusión de que permanecer despierto de 17 a 19 horas (lo que para muchos de nosotros es un día normal) provoca un deterioro cognitivo equivalente a tener un nivel de alcohol en sangre del 0,05% (aún por debajo del límite legal en muchos de los Estados de Estados Unidos). Quedarse despierto unas pocas horas más equivale a un 0,1%, es decir, ebrio a efectos legales.
No tiene por qué ser así. Tenemos que darnos cuenta de que conducir con sueño es peligroso. Por eso, The Huffington Post se ha asociado con Uber y Toyota para concienciar del problema y salvar vidas. Sabemos que puede funcionar porque hemos visto las ventajas que puede tener compartir coche en el caso del problema de la conducción bajo los efectos del alcohol. Cuando empezó a funcionar Uber en Seattle, las detenciones por conducción en estado de ebriedad disminuyeron un 10% y en California los accidentes provocados por la conducción bajo la influencia del alcohol cayeron un 60% al mes entre los conductores de menos de 30 años.
Si eres empresario, sigue el ejemplo de las compañías que utilizan Uber for Business para llevar a casa a sus empleados de forma segura después de haberse quedado hasta tarde en la oficina. A todos los demás: no dejéis que vuestros seres queridos se pongan al volante si están cansados. Cogedles el móvil y pedid un Uber.
Aunque no se hayan quedado dormidos al volante, la mayoría de los conductores han experimentado agotamiento mientras conducían alguna vez. Como directores generales que somos, ambos hemos pasado noches sin dormir, incluso semanas y meses. Y seguimos pasándolas. Pero, como cada vez más médicos, psicólogos y empresarios, hemos comprendido que dormir bien es fundamental para la salud personal, la felicidad, el éxito y, cuando se trata de conducir, para la seguridad.
Durante el próximo mes, Arianna se encargará de ir transmitiendo este mensaje por los campus universitarios de Denver, Las Vegas, Nashville, Chicago y San Francisco, entre otras ciudades de Estados Unidos. Si te interesa ganar un tutorial del sueño, pide un Uber: tendrás la oportunidad de ganar un viaje con Arianna.
Toyota se ha comprometido a contribuir con la seguridad de todo el mundo al volante, y regalará viajes gratis por la noche para estudiantes como parte de esta campaña contra la conducción con sueño. Además, en Uber estamos construyendo una tecnología que utiliza los datos de GPS y acelerómetro de los teléfonos para detectar patrones de conducción peligrosos, y sacar de la carretera a los conductores que los muestren.
Únete a nosotros. Haz que conducir con sueño sea un problema del pasado, un problema que genere el mismo rechazo social que la conducción bajo los efectos del alcohol. Dejemos que el doctor Mark Rosekind, administrador de la National Highway Traffic Safety Administration de Estados Unidos, tenga la última palabra en el asunto: "No todo el mundo conduce después de haber bebido o utiliza el móvil mientras conduce. Pero todo el mundo se cansa y, con demasiada frecuencia, los conductores arriesgan sus vidas y las de los demás al ponerse al volante sin haber dormido lo necesario".
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero