Día del medio ambiente: cuando las balas intentan acallar derechos
Escuchar la historia de Yolanda Oquelí, lideresa del movimiento de resistencia a la minería en Guatemala, es toda una lección de vida. A pesar de sufrir hace casi un año un atentado y con una bala alojada cerca de su columna vertebral, Oquelí se reafirma en su lucha: "Si antes tenía valor, ahora tengo más".
Escuchar la historia de Yolanda Oquelí, lideresa del movimiento de resistencia a la minería en Guatemala, es toda una lección de vida. A pesar de sufrir hace casi un año un atentado en el que casi pierde la vida y con una bala alojada muy cerca de su columna vertebral que le ha dejado graves secuelas para su vida diaria, Oquelí se reafirma en su lucha: "Si antes tenía valor, ahora tengo más. Las balas pueden entrar en el cuerpo, pero en el alma y en la convicción que tenemos como mujeres no van a entrar jamás. No nos van a callar".
Oquelí lidera desde marzo de 2012 un movimiento de resistencia pacífica en las comunidades de San Pedro Ayampuc y San José del Golfo (departamento de Guatemala) contra la empresa minera EXMINGUA (subsidaria de una empresa canadiense y de otra estadounidense) para impedir la extracción de oro y plata en la zona. A pesar de que la ley guatemalteca contempla el consentimiento previo e informado de las poblaciones locales ante este tipo de proyectos, el Gobierno de Otto Pérez Molina concedió en 2011 el permiso de extracción sin consulta alguna a las comunidades afectadas.
"El agua es un bien muy escaso en nuestras comunidades y estas empresas mineras contaminan los mantos acuíferos utilizando cianuro, veneno puro para la tierra, con las graves consecuencias que esto tiene para nuestra salud" denuncia Oquelí. Insiste en que seguirá jugándose la vida por el derecho al agua de sus comunidades, para que puedan disfrutar de un medio ambiente sano, a pesar de enfrentarse a la impunidad y a la violación constante de las leyes por parte del Gobierno de Pérez Molina. Una lucha en la que el liderazgo de las mujeres ha sido muy importante porque han sabido controlar mejor que los hombres los momentos de provocación utilizando únicamente la resistencia pacífica, algo que no suele ser habitual en país con tanta violencia como Guatemala.
En Guatemala, un recurso tan imprescindible como el agua no está bien repartido y en las áreas rurales casi el 70% del agua que se consume está contaminada. El trabajo que realizamos en Alianza por la Solidaridad, en el departamento de Sololá (Guatemala), pasa por apoyar a las poblaciones para que puedan gestionar mejor el agua de su entorno y defender sus derechos ante intereses privados: el consentimiento previo e informado de las comunidades tiene que respetarse.
Aquí en España, otro conflicto relacionado con un proyecto de megaminería en Galicia también está provocando una movilización masiva con una recogida de firmas vía Change, manifestaciones y una campaña, Salvemos Galicia, en la que se han implicado muchas caras famosas. Esta movilización social quiere frenar los planes del presidente de la Xunta que pretende convertir Galicia en una gran mina a cielo abierto. ¿Quién puede negarse a este proyecto que generará tantos puestos de trabajo con la crisis económica que tenemos encima?, defiende Nuñez Feijóo.
¿A qué precio? El proyecto de la mina de Corcoesto, donde se van a extraer 34 toneladas de oro, generará una contaminación brutal de cianuro y arsénico, provocando 17 millones de toneladas de desechos contaminantes que acabarán contaminando las rías y los acuíferos. Los expertos van más allá sobre las consecuencias: aumento de la incidencia de cánceres en un 800%, malformaciones genéticas, afecciones broncopulmonares, envenenamiento...
Conflictos similares en Guatemala y España con la contaminación de nuestros recursos naturales en juego, pero con una gran diferencia: Oquelí además de luchar contra un Goliat que envenena el agua, tiene que enfrentarse también al plomo de las balas. Su lucha y su fuerza deberían ser un aliciente para seguir movilizándonos contra las injusticias.