¿Por qué todo el mundo habla del 'mindfulness'?

¿Por qué todo el mundo habla del 'mindfulness'?

Seguro que has oído en más de una ocasión esta expresión, pero ¿qué es realmente? Es una capacidad que todos poseemos y cuyo entrenamiento nos beneficiaría enormemente, dado el nivel de actividad mental y estrés, y la gran cantidad de tareas que tenemos que desempeñar cada día.

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Seguro que has oído en más de una ocasión esta expresión sin saber muy bien a qué se refiere. Tiene buena pinta... seguro que tiene que ver con la mente. Pero ¿qué es mindfulness realmente?

Mindfulness es una cualidad de la mente, una capacidad que todos poseemos y cuyo entrenamiento nos beneficiaría enormemente, dado el nivel de actividad mental y estrés, y su relación con la gran cantidad de tareas que tenemos que desempeñar cada día.

Mindfulness consiste en entrenar la mente para mantener la atención en el momento presente, siendo consciente de cada instante. Esto quiere decir que si estoy tomando un café, no estoy pensando en la reunión que tengo después, ni en la enormidad de cosas que tengo por hacer. Tampoco recordaré la discusión que tuve anoche con mi pareja. Simplemente, me tomo un café, sintiendo el calor de la taza en mis manos, el gusto ligeramente amargo en la boca... Sintiendo y percibiendo cada sensación en el cuerpo y cada proceso mental, y lo que es igualmente importante, aceptando eso que sucede con amabilidad y sin emitir juicio alguno.

En una sociedad multitarea que cada vez exige más de nosotros, mindfulness puede ser un salvavidas. La experiencia mindfulness trata de simplificar nuestra vida, desgranando la experiencia al máximo, evitando distracciones por estímulos externos. No hay lugar para rememorar el pasado ni para hacer proyecciones futuras. La única realidad posible es el momento presente y lo que en él sucede. De esta forma se logra ver la realidad, los sucesos, tal cual son, con mayor objetividad y libres de carga emocional. En este sentido mindfulness es muy similar a la meditación formal, de hecho proviene de Oriente y es la base de las prácticas budistas. Podría decirse que es una forma de meditación maravillosamente adaptada a Occidente y nuestras necesidades. No requiere un espacio ni tiempo especial. Al contrario, cualquier momento y situación es buena para practicar la Atención Plena. Pero no intentes estar en Atención Plena todo el tiempo, durante todo el día. Es recomendable escoger un momento o una actividad concreta para practicar mindfulness.

Un buen comienzo es poner una alarma varias veces al día, cada dos horas por ejemplo. Cada vez que suene dedica 5 o 10 segundos a percibir todo aquello que sucede en tu cuerpo-mente. Postura corporal, tensiones, molestias, los pensamientos que suceden y su calidad, respiración, etc. No trates de cambiar sensaciones molestas por otras más agradables. Simplemente esfuérzate en observar y percibir desde la imparcialidad y la aceptación amorosa.

Durante los últimos 30 años esta práctica de mindfulness ha ido introduciéndose e integrándose en la medicina y psicología de Occidente. Se han llevado a cabo numerosos estudios científicos que demuestran que Mindfulness es una herramienta eficaz en la reducción del estrés. Algunos de los beneficios asociados a su práctica son:

− Desarrollo de habilidades para manejar situaciones de estrés y ansiedad.

− Disminución de síntomas físicos y psicológicos asociados al estrés.

− Reconocer, ralentizar o detener las reacciones automáticas y habituales.

− Disminución de las fluctuaciones mentales y los pensamientos recurrentes.

− Mejora de la respuesta inmunológica.

− Aumento del nivel de autoestima, entusiasmo y alegría.

¿Te animas a probarlo?