La 'resurrección' de Soria: cómo se fabrica un mito y se disfraza la realidad

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Una de los episodios que se le adjudican al príncipe Potemkin es cómo levantaba falsas aldeas felices colocando al paso de Catalina la Grande grandes trampantojos de colores que tapaban las miserables chozas de los siervos. La biografía oficial de José Manuel Soria, y la más conocida fuera de Canarias, es una narración donde domina el ilusionismo. Algo que se le reconoce es la masiva plantación de césped, y no es leyenda urbana que para combatir los efectos del clima cálido se le metieran colorantes al riego. Un técnico municipal reconoce que se añadía hierro y magnesio al agua para activar la clorofila. "Se suele hacer en los campos de golf antes de los torneos". El alcalde, claro, torneaba todos los días.

La imagen política, por decirlo así, refleja a un hombre de una buena formación, y la tiene, que habla inglés con soltura, y lo habla, que ejercita la autoridad, y es muy cierto, hasta llegar al autoritarismo.... Y que además es un eficiente gestor público. Dos aparentes pruebas recientes: antes del penúltimo escándalo, su nominación para ocupar una de las plazas de director ejecutivo del Banco Mundial, propuesto por Luis de Guindos en funciones y con alevosía, Mariano Rajoy se ha referido en incontables ocasiones a que padeció la pena de pasillo, que fue imputado y que sin embargo fue absuelto. Un mártir. Y por último, María Dolores de Cospedal defiende la jugada refiriéndose a la experiencia profesional del postulante como técnico Comercial del Estado en la Administración, y en la empresa privada.

Ah... ¿en la empresa privada? ¿Pero no es eso incompatible con el ejercicio de cargos públicos? Por otra parte, ¿cuánto tiempo ha trabajado en la administración como técnico si desde 1995, 21 años, no se ha bajado del coche oficial? Un conocido ex político y abogado de Canarias, muy cercano en su día a Adolfo Suárez, Lorenzo Olarte Cullen, comenta en su amplio círculo de amistades que el ex ministro tendría que dar explicaciones en sede judicial por falsificación de documento público, pues en ninguno de sus cargos, "que se sepa", declaró todos sus intereses, como se deduce de los papeles de Panamá y sus hijuelas. "Tiene un perfil caribeño... ,le queda muy bien la guayabera", reflexiona un ex colaborador, que por razones obvias, etc., mantiene al anonimato.

Juan Fernando López Aguilar no daba crédito un día que Soria defendió que gobernara la lista más votada. Él había sido con diferencia, el candidato más votado en mayo de 2007 para presidente de Canarias, 26 escaños de 60... pero Soria al frente del PP, 15 diputados , se alió con Coalición Canaria, 19, para impedirlo, como siempre que el PSOE ha sacado más votos y más escaños. Pero lo dice con tanto aplomo, que la gente de entrada lo da por cierto. Hasta que descubre el truco. Saavedra tuvo un mantra durante sus cuatro años de alcalde: "Casi todo el dinero lo estamos empleando todavía en pagar los pufos de Soria".

Es lo que tiene gobernar desde la arrogancia, y sin atenerse a razones sino a cojones. Uno de los muchos cadáveres vivientes que dejó en el PP, y que exige "invisibilidad" lo confirma: "Cuando alguien le llevaba la contraria, sacaba sus santos cojones..." Y claro, el problema de sacarlos muchas veces es que alguien los puede cortar. Por ejemplo, los jueces del TS. La sala de lo Contencioso, Sección Quinta, en una sentencia demoledora que resuelve un recurso de casación (1621/2013) ordena el derribo de la Biblioteca Pública del Estado, uno de los iconos arquitectónicos de la ciudad en el frente marítimo. Contra el informe de los técnicos, partidarios de un plan especial en el solar, y de los letrados, el alcalde Soria dijo que fuera allí; pero allí no podía ser, y el TS no ha dejado salida: no se puede legalizar cambiando el planeamiento a la carta, y hay que tirar el edificio. Ante el monumental follón, ya ministro, prometió que el Gobierno arbitraría la fórmula para soslayar la contundente decisión judicial.

Un almacén que se ofrece a un precio al Ayuntamiento, que se rechaza, y que se compra poco después con un importante sobrecoste (caso Favorita); acusado por dos periodistas, Carlos Sosa y Chavanell, de vivir de favor en un chalé del empresario hasta que le construyeran el suyo, Soria presenta una querella criminal por injurias y calumnias. Pero en la sentencia 255/09, el magistrado juez Francisco J. García García Sotoca no sólo absuelve a los acusados, sino que arremete contra el querellante, considera veraces y con fundamento los trabajos periodísticos, y cree que puede haber temeridad en la denuncia, afirmando, en línea con el TEDH que "es necesario evitar que la acción penal se pudiera convertir en una suerte de instrumento para amordazar las libertades".

Había antecedentes. Un ingeniero de la Autoridad Portuaria, Francisco Cabrera, acusó a Soria de favorecer al empresario Javier Esquivel en detrimento de la empresa pública Megaturbinas de Arinag'. El político, creyendo erróneamente que la mejor defensa es un rápido ataque, respondió con una querella criminal por injurias y calumnias. El juez no solo desmontó todo el entramado acusatorio sino que condenó en costas a Soria por mala fe.

El caso Faycan, el caso Salmón, cuando viajó a Noruega a pescar salmones invitado en su jet por un empresario noruego que tramitaba unas licencias en el Cabildo... La jueza confirmó los datos básicos, pero no apreció relación causa-efecto, lo mismo que otros jueces en Valencia no vieron dicha relación con los trajes regalados a Camps y lo que luego fue Gürtel. Pero quedó el olor a salmón. Un olor a pescado podrido. Y el caso Eolo, en el que estuvo involucrado su hermano y consejero de Industria, Luis Soria. Y...

En su biografía destaca una iniciativa que causó estupefacción mundial: el llamado impuesto al sol para evitar el autoconsumo eólico, que beneficiaría al interés general de los ciudadanos.... para mantener el negocio de las grandes eléctricas.

No. Ni Rajoy ni De Guindos ni De Cospedal responden adecuadamente. Dicen: "Soria no dimitió por corrupción", luego no hay problema para encontrarle un trabajo vip. El problema no es ese: la cuestión es si reúne los requerimientos de ejemplaridad, ética y competencia para representar a España.

Hasta ahora José Manuel Soria ha ido de caso en caso, como el proverbio del poeta polaco Stanislaw Jerzy en Pensamientos descabellados: "No es nada más que un meteoro", dijo un dinosaurio con desprecio".