¡Sálvese quien pueda, italianos al volante!
Italia es un país que apetece descubrir brujuleando pueblecitos incrustados en las montañas, recorriendo ciudades maravillosas o playas deliciosas, y está claro que la mejor forma para no perderse un detalle es ir en coche por los diferentes tipos de carreteras. Pero conducir en Italia no es lo mismo que en cualquier otra parte del mundo. Lo que se ve allí es realmente diferente, por no decir temerario.
Mostrar su poderío haciendo rugir el motor de un Ferrari, de una moto Ducati o simplemente llevando una motorino Vespa es algo que los italianos llevan en la sangre.
Les da igual la potencia que tenga el coche o la moto que conducen. Para ellos, recorrer su país por carretera es un verdadero placer, se relajan tanto que pueden con el móvil -sin manos libres-, comiendo o hablando... Van felices, en su mundo.
Conducir en Italia no es lo mismo que en cualquier otra parte del mundo. Bien es cierto que los que hemos aprendido a llevar un coche en ciudades como México D.F. tenemos ese "no sé qué" que podemos adaptarnos más rápidamente a conducir en cualquier parte del mundo, pero lo que se ve en Italia es realmente diferente, por no decir temerario.
Italia es un país que apetece descubrir brujuleando pueblecitos incrustados en las montañas, recorriendo ciudades maravillosas o playas deliciosas, y está claro que la mejor forma para no perderse un detalle es ir en coche por los diferentes tipos de carreteras.
Las autopistas en Italia, como la A1 que va de Nápoles a Milán, la Autostrada del Sole, son amplias y bien señalizadas (con algunos tramos no perfectos), pero si te limitas a viajar por ellas, no se conocen las pequeñas localidades a las que se llega sólo por carreteras convencionales o caminos que a veces asustan y travesías de las que no sabes si saldrás sin acabar en aguas medio pantanosas.
Hay muchos puentes que no tienen señalización y de los que sólo gracias a la pericia del conductor y la ayuda de su acompañante se sale ileso; sin ayuda, es posible que se salga del paso sin espejos laterales y sin puertas.
Llama la atención que en muchos tramos, incluyendo algunos en autopistas de pago, desaparecen las rayas tanto centrales como laterales del pavimento. Al principio pensaba que era porque el tramo estaba en obras, pero al no haber señalización o algún aviso o cualquier cartel amarillo en la misma zona que recorro habitualmente para ir a la playa más cercana del centro de Roma, lo descarté y comprobé que aquí es así: las rayas en las carreteras de Italia a veces están y a veces no.
Cuando las rayas en la carretera de repente se cortan, o no se ven, o van desapareciendo conforme voy avanzando, pienso que seguramente el que las estaba pintando se despistó o se fue a tomar un café y que, cuando quiso continuar en el punto que lo había dejado, al no encontrarlo, siguió desde un punto más adelante.
Las señalizaciones en Italia también son a la italiana. Siempre que me encuentro con letreros en donde el mismo destino tiene una flecha hacia la derecha y otra hacia la izquierda, se lo dejo al destino, sin olvidar que "todos los caminos conducen a Roma".
Tu amigo-enemigo el GPS
Ya ya, te subes al coche y respiras feliz al ver que el GPS ha respondido a tu búsqueda, arrancas y empiezas a sentir que, por fin, en poco tiempo llegarás al destino. Pero con lo que no cuentas es con que, cuando la voz indica que a 300 metros hay que girar a la derecha y cuando llegas al punto exacto para hacer el giro, te puedes encontrar con tres, cuatro o cinco nombres (que por cierto ninguno es el de tu destino), y ya te pilla en la curva con varias opciones de salida a la derecha. ¿Cuál elegir? La que menos riesgo tenga, la que te pille mejor, la del nombre que te seduzca o el instinto te aconseje.
¿Cómo sobrevivir?
Lo primero, saber que conducir en Italia, es diferente.
Lo segundo, que te pueden adelantar coches, motos o camiones por la derecha, por la izquierda o en un cruce, aunque el semáforo esté en rojo.
Que debes reducir mucho la velocidad cuando te estés acercando a tu salida, manteniéndote a la derecha en carreteras o vías rápidas, pues cuando ya estás en el punto de dar el giro, te encontrarás con varias opciones que te harán dudar y siempre tendrás coches detrás pitándote.
Que en las carreteras, muchas veces abarcan dos carriles o van haciendo eses, pues al ir hablando por el móvil con una mano y conduciendo relajados con la otra, no se dan cuenta de por dónde van.
Y que los adelantamientos en las carreteras los hacen como se muestra en el vídeo.