¿Está muerto el 'marketing offline'?
las empresas están invirtiendo más dinero en el marketing móvil y online. Ven en este modelo de negocio una oportunidad para reinventarse y poder vender sus productos de una forma más directa, olvidándose completamente del terreno offline. Pero la realidad muestra que se están equivocando en su elección.
En los últimos años, hemos vivido un cambio muy importante en el estilo de vida de la sociedad. La tecnología ha llegado con fuerza y, según el VII Estudio Anual de Mobile Marketing, realizado por IAB Spain en 2015, un 85% de las personas entre 18 y 55 años se conecta a internet a través de su smartphone.
Se espera que, en los próximos años, ese porcentaje siga aumentando y se situé por encima del 90%. A ello hay que sumarle que las personas de mayor edad cada vez tienen más acceso a la red, pese a sus dificultades de aprendizaje.
Con estos datos en la mano, y basándose en experiencias propias, las empresas están invirtiendo más dinero en el marketing móvil y online. Ven en este modelo de negocio una oportunidad para reinventarse y poder vender sus productos de una forma más directa. Es lo que ocurre en el caso de los dispositivos electrónicos, con los que obtienen un canal más personal con el consumidor.
El rol del marketing offline ante esta situación
El boom es tan grande, que numerosas compañías se centran únicamente en el mercado online, olvidándose completamente del terreno offline y de esas prácticas que hasta ahora eran tan comunes en cualquier ámbito comercial. Es cierto que están optando por un nicho muy concreto que les puede reportar beneficios, pero la realidad muestra que se están equivocando en su elección.
El marketing offline no está muerto, sigue con la misma fuerza de antaño, y por eso no se puede dejar escapar. No se trata de escoger una fórmula u otra, si no de ver los beneficios que pueden reportar las dos. Aquella empresa que sólo apueste por uno de los modelos, estará dejando de captar clientes y, por lo tanto, perdiendo posibilidades de crecimiento y venta.
La combinación de ambos modelos supone un mayor rango de alcance y, por tanto, el porcentaje de éxito será más elevado. Nunca hay que dejar pasar de largo las oportunidades, y es importante saber aprovechar las ventajas de ambos. ¿Por qué sólo uno, cuando pueden ser los dos?
¿Qué ventajas tiene todavía el offline?
Uno de los puntos fuertes del marketing tradicional es que genera una mayor confianza entre los consumidores. Aunque los estudios revelan que el email es el mejor canal para ofrecer contenidos, es también cierto que los correos spam generan un fuerte rechazo. Lo mismo ocurre con los molestos pop ups que aparecen al navegar por las páginas web.
Los bancos aprovechan el correo ordinario, por el que envían facturas o recibos, para anunciar a sus clientes cuáles son sus ofertas o nuevos programas. Es un sistema muy efectivo porque prácticamente todo el mundo abre los sobres procedentes de las entidades bancarias.
También ocurre con los folletos que se dejan depositados en los buzones de las comunidades o viviendas. Aunque en el fondo sea una práctica que no gusta, se garantiza que la persona que lo reciba lo va a coger en su mano, con el consiguiente vistazo para saber de qué se trata.
Otro punto fuerte es que es un medio de gran impacto para el comercio tradicional o pequeño. Aquellas empresas que están centradas en un entorno o sector muy concreto pueden captar la atención con campañas simples pero llamativas. Esta fórmula funciona muy bien en cafeterías y panaderías, donde a través de pequeños folletos y suculentas ofertas, consiguen que el consumidor entre para probar sus productos.
Uno de los modelos que mayor impacto genera entre los clientes es el de ofrecer un descuento al realizar una compra. Con él se intenta garantizar que la persona vuelva al establecimiento. Es muy potente porque, en primer lugar, ya conocen cómo funciona la empresa y sus productos, y en segundo, porque siempre se busca la mejor opción para el bolsillo.
La televisión sigue siendo el gran referente
Con la llegada de la crisis, se redujeron las partidas para gastos de publicidad en los medios convencionales, siendo 2014 el año de recuperación, con gran crecimiento. Es el caso de la televisión, con un 11% más que el año anterior y casi 2.000 millones de euros de inversión en total. Es el principal medio por el que las empresas deciden mostrar sus productos.
Aunque existe un desplazamiento de usuarios que optan por entretenerse con el ordenador e internet, la televisión es el canal que más alcance tiene entre la población. Con ella se garantiza llegar a todos los perfiles de personas, desde ancianos hasta niños. Un arma muy potente que, además, permite crear un impacto visual del que otros medios no son capaces. A ello se le suma la repetitividad, cuyo efecto consigue que quede grabado en la mente.
En este sector, una de las campañas de mayor éxito se produce cuando un presentador de un programa se pone a anunciar un producto sin cortar la emisión para ir a publicidad. Este efecto coge por sorpresa al espectador, que estaba pendiente del contenido habitual y no tiene capacidad de reacción o no le interesa cambiar de canal. La inmersión es mucho más grande que cuando comienzan los anuncios.
El marketing offline como online son dos sistemas que deben ser aprovechados simultáneamente para conseguir los mejores resultados dentro de la empresa. Es fundamental unir sinergias para que las oportunidades sean mucho más elevadas. ¿Por qué cerrarse puertas de forma innecesaria?