España vs Argentina, el round de las aceitunas
La debacle de las finanzas europeas afecta a las aceitunas y el aceite de oliva de Argentina. Si en la crisis y en el amor todo vale, las aceitunas españolas no parecen dispuestas a cederle terreno a sus pares argentinas.
España está en crisis pero gana mercados con precios bajos y alta calidad. Argentina está lejos de la crisis europea pero pierde competitividad por el atraso cambiario, las trabas oficiales a la compra de dólares y el cierre a las exportaciones argentinas por parte de Brasil.
La debacle de las finanzas europeas afecta a las aceitunas y el aceite de oliva de Argentina. España, urgida de salir de su parálisis económica, apuesta por su producto estrella y saca los frutos de una agresiva campaña comercial en todo el mundo, especialmente en los países emergentes que ganaron poder adquisitivo mientras las economías industrializadas se iban a pique.
La industria olivarera de Argentina es una de las más perjudicadas. Nucete, la empresa más grande del país en ese sector, con base en la provincia de La Rioja, suspendió a sus casi 600 empleados porque Brasil frenó el 8 de mayo la importación de aceitunas, en represalia al freno argentino a las exportaciones brasileñas. Una gestión directa de la presidenta Cristina Fernández con su par brasileña Dilma Rousseff permitió, después del anuncio de Nucete, el reingreso de los camiones con aceitunas argentinas. Sin embargo, el futuro del sector es incierto.
Carlos Lavignon, apoderado de Nucete, explicó: "El principal elaborador de aceitunas es España, que con la crisis que hay baja los precios permanentemente. Todo el mercado de Estados Unidos lo hemos perdido porque no dan los costos. España vende a 6,50 dólares la caja de doce frascos y nosotros la vendemos a más de 8 dólares. Todo el sector olivícola del país está en situación de crisis". Otras provincias argentinas como Mendoza, Catamarca y San Juan son productores importantes y ahora temen por su actividad.
El 60% de las exportaciones de aceitunas y aceite de oliva argentinos tiene como destino Brasil. El resto va a Estados Unidos -el segundo comprador del mundo- y algunos países asiáticos. El gran mercado norteamericano se perdió a manos de España, que bajó sus precios y tiene mejor calidad de producto, pero también por cuestiones políticas.
La administración de Barack Obama suspendió preferencias arancelarias para productos de países emergentes, entre ellos el aceite de oliva argentino, también en represalia a las trabas al ingreso de productos estadounidenses que el Gobierno argentino implementó para evitar una caída del superávit comercial y frenar la creciente fuga de divisas. La medida del Gobierno de Estados Unidos fue, además, por pedido de las empresas Azurix y Blue Bridge, que le ganaron sendos juicios a la Argentina en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) por unos 400 millones de dólares (casi 320 millones de euros). Ante la negativa de pago del Gobierno de Cristina Kirchner a esas empresas, Obama decidió levantar el beneficio comercial.
La pérdida del mercado estadounidense fue el golpe de gracia para un sector que, en la Argentina, es netamente exportador. De las 95.000 toneladas de aceitunas que se producen por año en el país, 90.000 toneladas se venden fronteras afuera, y sólo 5.000 toneladas se consumen en el mercado local.
España, por su parte, no detiene su avance y a pesar de la crisis afirma su liderazgo mundial en el rubro de las aceitunas y el aceite de oliva. Es el primer productor mundial de aceite de oliva, con una media anual de 700.000/800.000 toneladas, llegando a alcanzar 1.400.000 en las campañas más recientes. Con más de 300 millones de olivos cubriendo más de 2 millones de hectáreas, su superficie cultivada representa más del 25% de la superficie olivarera mundial.
España es también el primer exportador mundial, con una media anual en los últimos 10 años de unas 300.000 toneladas exportadas, alcanzando las 600.000 toneladas en algunas campañas.
También es el primer productor de aceitunas de mesa del mundo, seguido a mucha distancia de otros países de la cuenca mediterránea. La producción media mundial de las últimas seis campañas asciende a 2.150.000 toneladas, de las cuales 508.000 se produjeron en España, es decir, un 24% del total. Otros países productores son Egipto, Turquía, Siria, Grecia, Marruecos o Argelia. Argentina está en el sexto lugar.
Según datos del Consejo Oleícola Internacional (COI), el olivar mundial está constituido por unos 850 millones de árboles que ocupan una superficie de más de 10 millones de hectáreas. De éstas, más de un millón se dedica a la producción de aceitunas de mesa. La producción total mundial de aceitunas asciende a más de 18 millones de toneladas anuales, de las cuales el 90% se destina a la producción de aceite y el 10% restante a la producción de aceitunas de mesa.
España exporta un gran porcentaje de su aceite a granel. Sin embargo, las exportaciones de envasado han incrementado su relevancia de forma espectacular: se duplicaron en los últimos 5 años y continúan su tendencia al alza. En 2010, por ejemplo, aumentó 25% por un total de 2.000 millones de euros.
Sin embargo, 2011 no fue bueno. Las exportaciones españolas experimentaron un descenso del 10% respecto de 2010. Este último dato no frenó la guerra por el mercado internacional. Por el contrario, en 2012 se profundizó ya que la oferta superó a la demanda ante el desplome del consumo en toda Europa por la crisis económica y financiera de la Unión.
Los precios han tocado su mínimo debido a que el stock de este tipo de aceite aumentó como resultado de dos cosechas abundantes, especialmente en España. A diferencia de otros aceites comestibles que pueden usarse como biocombustibles, el aceite de oliva no está vinculado con el precio del petróleo.
La batalla del aceite se concentra en países emergentes como Brasil, Rusia, India o China, con un potencial de 2.600 millones de consumidores. China ya es el quinto mercado para el "oro líquido español", y en Brasil todo el aceite de oliva es importado, con un consumo de 0,2 litros por habitante, aunque muy por debajo de los 15 litros de España y los 23 litros de Grecia. Si en la crisis y en el amor todo vale, las aceitunas españolas no parecen dispuestas a cederle terreno a sus pares argentinas.
Este post estará disponible también en el blog del autor La revancha de Keynes.