Tusk aboga por una prórroga "larga" si Reino Unido quiere "repensar" el Brexit
Entre los Estados miembros "no hay apetito" para seguir alargando la incertidumbre.
El presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, ha adelantado este jueves que pedirá a los líderes de la Unión Europea que contemplen conceder una "prórroga larga" a Reino Unido para aplazar su salida del club comunitario, si este retraso responde a la necesidad de que el país quiera "repensar" su estrategia sobre el Brexit.
Tusk mantendrá estos días contactos con todas las capitales para preparar la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE que tendrá la crisis del Brexit como elemento central de su agenda, los próximos jueves 21 y viernes 22.
En estas conversaciones previas, Tusk quiere plantear a los líderes de los Veintisiete "estar abiertos a una prórroga larga si Reino Unido encuentra necesario repensar su estrategia para el Brexit y construir un consenso en torno a ella", según ha escrito en su cuenta de Twitter el presidente del Consejo europeo.
El negociador jefe de la UE, Michel Barnier, sin embargo, puso en duda la víspera la conveniencia de retrasar la salida de Reino Unido si lo que pretende la parte británica es renegociar un acuerdo de divorcio que el bloque da por cerrado y se niega a reabrir.
"¿Prorrogar esta situación, para qué? Porque la negociación sobre el artículo 50 (que fija las condiciones de salida) ha terminado: El acuerdo está ahí", avisó el miércoles Barnier, en un debate ante el pleno del Parlamento europeo.
Entre los Estados miembros "no hay apetito" para seguir alargando la incertidumbre que la ruptura con Reino Unido ha provocado, según fuentes europeas, por lo que cualquier petición por parte del Gobierno de Theresa May estará condicionada.
Tanto desde el Ejecutivo comunitario como desde las capitales se ha insistido en los últimos días en que una solicitud de prórroga debe estar "razonada" y dejar claro cuál es el objetivo que se persigue y en cuánto tiempo se quiere conseguir.
El Parlamento británico vota este miércoles si pedir formalmente este aplazamiento a sus socios europeos, un proceso que no se activará hasta que no haya una petición sobre la mesa y que se prevé que los líderes discutan en la cumbre de la semana que viene. La decisión final debe ser por unanimidad.
El Gobierno de May se mueve entre dos opciones, bien una prórroga corta hasta el 30 de junio para evitar tener que convocar elecciones al nuevo Parlamento Europeo que se constituirá el 2 de julio, bien una más larga para explorar alternativas a la situación actual.
Para la UE, sin embargo, no tiene sentido una extensión breve si no es porque Westminster ha aceptado el acuerdo que hay sobre la mesa y se necesita ese tiempo para cumplir con los procesos de ratificación y adaptación.
La perspectiva de una prórroga larga tampoco convence a los europeos, porque creen que Londres lo utilizaría para reabrir el pacto sellado. Esta opción ganaría apoyos, según fuentes europeas, si se debiera a la convocatoria de un segundo referéndum o de elecciones anticipadas para formar un nuevo Gobierno con un mandato claro.