Varias actrices de Hollywood involucradas en un escándalo de admisión universitaria
Intérpretes como Felicity Huffman o Lori Loughlin habrían pagado para modificar los exámenes de sus hijos o trampear el acceso a la universidad.
Decenas de padres adinerados, incluidas dos actrices de Hollywood, han sido inculpados este martes en un esquema de pago de millonarios sobornos para que sus hijos ingresaran a prestigiosas universidades de Estados Unidos.
Las actrices Felicity Huffman (Mujeres desesperadas), de 56 años, y Lori Loughlin (Full House), de 54, así como varios empresarios son parte de los 50 acusados y "fueron arrestados por agentes federales en múltiples estados", tal y como informó la fiscalía federal de Massachusetts, que lidera el caso.
El esquema, de alcance nacional, "facilitó trampas en exámenes de admisión universitaria y la admisión de estudiantes a universidades de élite como supuestos atletas".
Entrenadores deportivos de Yale, Stanford, la Universidad del Sur de California (USC), la Universidad de Texas y Georgetown están también implicados en el escándalo, por aceptar estudiantes en sus equipos por sobornos y no en base a sus méritos deportivos, añadió la fiscalía en un comunicado.
"No puede haber un sistema de admisión diferente para las personas adineradas", comentó el fiscal federal de Massachusetts, Andrew Lelling, en una conferencia de prensa en Boston. "No puede haber tampoco un sistema judicial diferente para ellos".
La acusación indica que el esquema comenzó en 2011 y aceptó sobornos por un total de 25 millones de dólares.
Un acusado que colabora con la fiscalía y coordinaba el esquema contó que ofreció a Huffman mediar para corregir las respuestas del examen de admisión universitaria (SAT) de su hija. Huffman está acusada de pagar 15.000 dólares por el test modificado de su hija mayor, y comenzó el mismo proceso para su hija menor, pero luego abandonó la idea.
Loughlin y su esposo, el diseñador de moda Mossimo Giannulli, también acusado, habrían acordado pagar medio millón de dólares para que sus hijas estuvieran incluidas en el equipo de remo de USC, aunque no son remadoras. Las dos hijas de la pareja fueron aceptadas en USC.
El testigo contó a la fiscalía cómo con ayuda de otras personas conseguía corregir el resultado de los exámenes de admisión de los hijos de sus clientes, que luego fueron usados para sus admisiones a universidades de todo el país.