El Partido Popular Europeo inicia el procedimiento de expulsión de Orbán
12 partidos miembros de la formación mayoritaria en la Eurocámara piden la salida o, al menos, la suspensión de Fidesz, el partido del mandatario húngaro.
El Partido Popular Europeo (PPE) discutirá en su próxima asamblea política del 20 de marzo la posibilidad de "expulsar o suspender" de sus filas al Fidesz del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, por los ataques de Budapest contra la Unión Europea, en especial contra el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
La decisión la ha tomado el presidente del PPE, el francés Joseph Daul, tras recibir "al menos doce cartas de partidos miembro, de nueve países distintos", pidiendo con urgencia este debate, han informado a Europa Press distintas fuentes 'populares'. Entre los partidos conservadores que han instado al debate figuran los de Portugal, Grecia, Países Bajos, Bélgica y Finlandia, entre otros.
Para que se produjera la expulsión o suspensión del Fidesz sería necesario que así lo decidiera una mayoría simple de los presentes en una reunión de la asamblea política del PPE, pero no está claro que la votación se vaya a producir en esta próxima cita.
Las 12 cartas que ha recibido Daul permiten activar el proceso, ya que eran necesarias nueve peticiones formales de partidos de cinco países distintos, pero no obligan a plazos concretos para cumplir los siguientes pasos y tomar una decisión definitiva.
Si la asamblea política concluye la reunión del día 20 sin una decisión, la polémica situación seguirá abierta cuando los líderes del PPE, incluido Orbán si no ha sido expulsado su partido, se reúnan en Bruselas el jueves 21 de marzo, en la tradicional reunión previa al Consejo europeo en el que se dan cita todos los jefes de Estado y de Gobierno de la UE.
En cualquier caso, el 20 de marzo servirá para escuchar los argumentos de los representantes de Fidesz en la reunión y se sometería después al voto de los asistentes la decisión de suspender o expulsar al partido húngaro, que deberá ser adoptada por mayoría simple de los presentes.
No es la primera vez que las políticas de Orbán en Hungría provocan malestar entre sus propios socios en Europa, ni que se evoca la posibilidad de su expulsión, pero en esta ocasión sus ataques al jefe del Ejecutivo comunitario, que también es miembro del PPE, ha hecho que las protestas se formalicen.
Budapest ha lanzado una campaña en la que acusa a Bruselas de impulsar políticas migratorias que "amenazan" la seguridad de Hungría, por ejemplo con la imposición de cuotas obligatorias de acogida de refugiados, y ha dirigido parte de los mensajes más duros hacia Juncker.
La Comisión Europea, que la semana pasada tachó de "ridícula" la campaña de "noticias falsas" del Gobierno húngaro, reaccionó de nuevo este jueves acusando al Ejecutivo de Orbán de "distorsionar la verdad" y pretender dibujar una imagen "oscura" sobre la política migratoria de la UE.