Xabier Arzalluz, 'peneuvismo' en las venas

"El PNV es un partido soberanista y va a crear un Estado vasco. Eso es irrenunciable". Son las palabras con las que un Xabier Arzalluz ya retirado y entrado en años definía lo que fue su vida: el Partido Nacionalista Vasco.

El histórico dirigente y presidente del PNV entre 1980 y 1984 y entre 1987 y 2004, ha muerto este jueves a los 86 años, tal y como ha anunciado la formación nacionalista:

Arzalluz fue un personaje clave de la política nacional, especialmente en los años 90, en los que protagonizó pactos tanto con el Gobierno socialista de Felipe González como con el popular de José María Aznar, al que apoyó en la investidura de 1996.

Nacido en Azcoitia (Guipuzcoa) en agosto de 1932 en el seno de una familia carlista, Arzalluz estudió Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad de Zaragoza y se afilió al PNV desde joven, cuando empezó a trabajar por el partido de manera clandestina durante la dictadura franquista.

Formó parte de las Cortes Constituyentes como diputado por Guipúzcoa del PNV entre los años 1977 y 1979, pero pronto dejaría el escaño para dedicarse por entero a la dirección del partido, a la que accedió en 1979 y que no dejaría hasta casi tres décadas después.

Durante su etapa al frente de los nacionalistas vascos, Arzalluz logró importantes acuerdos con los distintos Gobiernos de España para lograr mejoras en las transferencias tanto de competencias como económicas al País Vasco.

Pero su carrera no estuvo exenta de polémicas. Especialmente una frase que le persiguió durante la última parte de su carrera, la que pronunció en el año 2000 en referencia la supuesto "RH negativo" de la sangre de los vascos.

Y eso es sólo la anécdota. Sus rivales políticos siempre le acusaron de ser ambiguo respecto al terrorismo de ETA. Tampoco ayudaban frases como esta, pronunciaba en 1992: "No creemos que sea bueno para Euskal Herria que ETA sea derrotada". O cuando aseguró que la banda terrorista no era violenta, sino que "la violencia viene de la derecha".

Dejó la presidencia del PNV en 2004, siendo sucedido por el moderado Josu Jon Imaz, quien luchó por la dirección con Joseba Egibar, candidato de Arzalluz.

Un año después aparecieron sus memorias, Arzalluz: Así fue.