Daniel Sánchez Arévalo: "Como nos descuidemos, el humor se va a convertir en un bien de lujo"
El anuncio de Navidad de Campofrío quiere hacernos "reflexionar sobre lo que está ocurriendo con nuestra capacidad de reírnos".
"Los chistes son ficción" es, quizás, la frase más repetida durante la presentación del anuncio de Campofrío de la Navidad 2018. Esa junto con "no eres nadie si no sales en este anuncio", dicha entre risas, claro, porque precisamente de eso va la campaña: de humor.
El spot, que lleva por título La tienda LOL (donde se compra el humor), reivindica el humor sobre todas las cosas como "seña de identidad" de los españoles, y advierte de los peligros de que acabe convirtiéndose en "un bien de lujo", explica su director, Daniel Sánchez Arévalo.
Protagonizado por Antonio de la Torre, Silvia Abril, Belén Cuesta, Enrique San Francisco, David Broncano, Rober Bodegas y Azúcar Moreno, entre otros, la campaña de Campofrío trata de "hacer reflexionar sobre lo que está ocurriendo con nuestra capacidad de reírnos", en palabras de Sánchez Arévalo.
El director de películas como AzulOscuroCasiNegro o Primos reconoce que le gusta "poner el dedo en la llaga a través del humor, reírnos un poco de la situación". Además de hacer reír, el objetivo de la campaña es "generar debate y que nos demos cuenta de que se nos está yendo un poquito de las manos". "Si un chiste es malo, que se quede en eso, que no tenga mayor repercusión", dice en referencia al polémico monólogo de Rober Bodegas sobre gitanos o al no menos polémico sketch de Dani Mateo con una bandera de España.
Lo cierto es que el director podía elegir entre varios casos recientes de humoristas puestos en entredicho, pero eligió el de Bodegas, que se confiesa aliviado ahora que Dani Mateo "ha cogido el testigo". "Al pobre ahora le toca aguantar la turba", comenta. Y asegura que en su encuentro con Toñi y Encarna, de Azúcar Moreno, fueron "encantadoras". "Yo flipaba con Eurovisión y Tus ojos bandidos, de verdad", añade. "Rodamos juntos, comimos juntos, nos reímos, y ningún problema".
Lo lógico sería que no hubiera "ningún problema", pero Sánchez Arévalo advierte que "como nos descuidemos, el humor se va a convertir en un bien de lujo, en algo que no nos podamos permitir a diario para liberar tensiones, para hablar de la sociedad, para reírnos de nosotros mismos". "O de nuestras miserias", apunta Bodegas.
El director critica que ahora hay que "tener mucho cuidado ya no sólo con lo que digas o con los chistes que hagas, sino con las graves consecuencias que puedan tener". Según él, "eso es señal de que está ocurriendo algo peligroso en la sociedad. Pero no sólo en España, sino a nivel global".
"Actualmente hay una sensación de 'ojo con lo que dices, cómo lo dices y en qué contexto, porque las repercusiones pueden ser nefastas para tu vida y para tu carrera", señala, al mismo tiempo que lamenta los "numerosísimos casos de humoristas pagando un alto precio" por el humor. "En un chiste hay un guión detrás, así que no debería tener consecuencias tan desastrosas como que condicione tu carrera profesional o tu vida privada, que recibas amenazas, que te cancelen espectáculos, dejes de tener sponsors y sientas inseguridad. Y todo por hacer un chiste malo o no muy acertado. Efectivamente, [el chiste de Dani Mateo] no era muy acertado, pero ya está. Lo ignoras y seguimos con la vida", defiende.
Sánchez Arévalo admite que con las redes sociales esta situación ha empeorado: "Ahora hay que pensarse muy mucho lo que escribes y cómo lo escribes". De hecho, él ha dejado bastante las redes por este mismo motivo. Y lo achaca, en parte, a "los ofendiditos, una figura fundamental en este anuncio, que son esa gente que te está esperando a la vuelta de la esquina para ponerte a caldo". "Me fastidia porque se coarta la libertad de expresión, y eso nos lleva a sitios incómodos e incluso a tiempos ya superados", denuncia.
Pero se trata de hablar de humor, y Silvia Abril quita hierro al asunto abriendo el melón de la gala de los Goya, que presentará junto a Andreu Buenafuente el próximo 2 de febrero. "Ahí sí que me van a dar pavo y hasta caña de lomo", bromea.
La humorista confiesa que va a meterse "en todos los jardines que pueda y más", porque le "gusta mucho la naturaleza". "Y ya me irá sacando Andreu", zanja.
Abril dice sentirse "realizada" ahora que (por fin) sale en el anuncio de Navidad de Campofrío; hasta ahora estaba dolida porque no la llamaban. "Ya van unas cuantas campañas y yo sin aparecer... estaba a punto de amenazarles. Eso sí, desde el humor, eh", dice entre risas. Al fin y al cabo, para ella, el único límite del humor es "el sentido común".