Con el cambio de hora al horario de invierno las temperaturas se han desplomado. Ya es oficial: se ha acabado el verano y el invierno llega a marchas forzadas.
No solo se va otro verano de temperaturas históricas, sino que también hay que empezar a acostumbrarse a salir del trabajo cuando ya ha oscurecido. ¿Cómo puede seguir sorprendiendo a todo el mundo si todos los años pasa lo mismo?
Puede que no te lo haya parecido esta mañana al apagar la alarma, pero hay motivos por los que dar la bienvenida a los días cortos y las semanas heladas que se avecinan.
Las mañanas son más luminosas (al menos las primeras semanas)
Valoras más las duchas calientes nada más levantarte de la cama
Por fin puedes lucir tu ropa de abrigo
Es totalmente aceptable llevar camisetas interiores y calcetines coloridos
No sudas tanto en los transportes públicos
Ya no se te pasa la hora de salir del trabajo porque oscurece pronto
No te sientes mal si te vas a casa sin socializar
Puedes ver las series y películas que tenías pendientes desde hace tiempo
Puedes encender velas como si estuvieran pasando de moda y las quisieras perder de vista
Pasteles calientes
Tienes todo el gimnasio para ti (si consigues llegar)
No hay ninguna presión por depilarse
Es más aceptable irse a la cama muy pronto cuando ha empezado a oscurecer a las 4
Puedes dormir con pijamas de franela sin despertarte sudando
Hay puentes y Navidades a la vuelta de la esquina
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.
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