La historia de la novia que llora sobre la tumba de su prometido
Su boda debía ser el momento más feliz de su vida.
El sueño de Jessica Padgett, de 25 años, se truncó en el último momento por culpa del alcohol y su historia está dando la vuelta al mundo gracias a la fotografía de Mandi Knepp (Living Life Photography).
El hombre con el que se prometió en 2016, un bombero de 27 años llamado Kendall Murphy, murió el pasado mes de noviembre prestando servicio, mientras ayudaba a la víctima de un accidente de tráfico en Indiana (Estados Unidos). En ese momento, otro bombero supuestamente ebrio le atacó, tal y como ha relatado Padgett en la revista People.
La última vez que la pareja habló, mediante mensajes de móvil, lo hicieron para organizar el día de Acción de Gracias. Ella fue la última en hablar y él nunca contestó, pero Padgett jamás pudo imaginar la razón de su silencio. Hasta que llamaron por teléfono a casa para avisar de lo ocurrido y escuchó a su madre llorar. El cuerpo se le adormeció por completo y se cayó de la cama. La pareja se iba a casar en septiembre de 2018 y ella ya había comprado el vestido.
Padgett tenía la fecha para la que habían fijado la ceremonia desde que su novio falleció: "La teníamos prevista hace casi dos años. Se suponía que era el mejor día, pero resultó ser el peor".
Sin embargo, en el último momento la joven encontró una forma de continuar con la boda y a la vez inmortalizar el momento con su novio, a pesar de que él ya no estaba, para rendirle homenaje, por lo que decidió llamar a la fotógrafa Mandi Knepp.
El gran día fue un mar de lágrimas. Los padres de Murphy le regalaron a la novia sus botas con un mensaje: "Sea cual sea el camino que elijas, siempre estaré contigo. Tu ángel de la guarda. Kendall".
Al bombero "le encantaba hacer sonreír a la gente", explica su esposa en People.
La sorpresa de estos cinco hombres en la boda de su hermana como homenaje a su difunto padre: