La postura ideal para despertar el apetito sexual
Si decae la libido, prueba este movimiento con tu pareja.
El otoño ha llegado. Las hojas empiezan a caerse y las temperaturas, también. Así que es el momento perfecto para quedarse bajo el edredón en pareja y ver una peli... o para entregarse a ciertos placeres y travesuras sin complejo. En esta temporada, propicia para el aumento de la libido, todo debería ir sobre ruedas.
Eso si el otoño tiene un efecto sobre ti. Si no, habrá que hacer uso de la artillería pesada imaginación y energía para que vuelva esa sexualidad dormida. Y para eso existen muchas referencias. En Francia acaba de publicarse el libro 50 exercices de slow love et sex meditation [50 ejercicios de amor lento y meditación sexual], dedicado precisamente a las parejas que, instaladas en una rutina mustia, buscan algo que estimule su vida sexual.
La autora del libro, la profesora de meditación orgásmica Emmanuelle Duchesne, propone una postura para reconectar con el cuerpo de tu pareja.
¿Cómo se hace?
La práctica se llama Tibetan Pulsing. Hay que disponer de 15 minutos como mínimo y de un temporizador. Se realiza en pareja, y lo ideal es hacerlo al levantarse y al acostarse. Para practicarla, sigue esta guía, que aparece en el manual:
- Tumbados, vestidos o desnudos, sexo contra sexo con o sin contacto, con o sin penetración, durante un momento que no tiene por qué ser determinado [...]. El hecho de contar con un marco un poco más riguroso facilitará vuestra capacidad de atención, de presencia y de despliegue de vuestras percepciones. Y entonces podréis desarrollar este ejercicio.
- Relajaos y observad lo que le ocurre a vuestro cuerpo.
- Si es necesario, comentad con vuestra pareja lo que sentís y cómo es vuestra conexión.
- Al final, podéis compartir vuestras sensaciones.
Comentarios de la autora:
"Este ejercicio permite alimentar la energía sexual y la conexión entre la pareja, sin las complicaciones potenciales de la sexualidad clásica. Es una práctica ideal para recuperar poco a poco la sexualidad que estaba dormida con los años de relación, y también para las personas mayores que tengan menos movilidad o el corazón frágil", argumenta.
"A veces tenemos la impresión de no sentir gran cosa durante el ejercicio. Es después cuando nos damos cuenta de que nuestro estado ha cambiado. Esta práctica calma y equilibra la libido, nutriendo una energía sexual tranquila. De este modo, puedes abordar la sexualidad de forma más serena, saboreándolo más tiempo", cuenta.
"No pasa nada si os dormís. Dejaos llevar y aprovechad los efectos beneficiosos, sin esfuerzo".
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Francia y ha sido traducido del francés por Marina Velasco Serrano