Valtònyc: "No pienso pedir perdón"
El rapero está condenado a tres años y medio por enaltecimiento del terrorismo, amenazas e injurias a la Corona.
La historia de Josep Miquel Arenas, alias Valtònyc, es la del enésimo revés sufrido por la justicia española por otro país europeo. El pasado lunes, un juez belga denegó la extradición de este rapero, fugado a Bélgica días antes de entrar en la cárcel para cumplir una pena de tres años y medio por los delitos de enaltecimiento del terrorismo, injurias a la Corona y amenazas contenidas en las letras de sus canciones. La Fiscalía belga ha anunciado que recurrirá la resolución.
Nacido en el pequeño municipio de Sa Pobla (Mallorca) en 1993, desde 2009 se ha autoeditado más de una docena de discos en los que canta sobre todo tipo de asuntos. Sus canciones en las que aborda temas políticos, sin embargo, fueron los que le llevaron a ser condenado. En algunas de ellas alababa a organizaciones como ETA y GRAPO, llamaba a entrar al palacio de Marivent con un kalashnikov y deseaba la muerte de un político local, Jorge Campos, que fue el que le denunció en primera instancia.
Valtònyc atiende a El HuffPost por videoconferencia desde su domicilio en Bruselas, donde tiene intención de quedarse a vivir hasta que su caso llegue al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.
¿Dónde está el límite entre la incitación a la violencia y la libertad de expresión?
Creo que vivimos en una sociedad democrática como para saber distinguir lo que es ficticio de lo que es verídico. Estamos hablando de de libertad de creación en el arte, no de escribir un panfleto político o de medios comunicación. No creo q la gente se ponga una canción para informarse sino que la escucha como el que visita un museo, mira un cuadro o ve una peli: puede llegar a sentir emoción pero no creo que se vea incitada a hacer mal a nadie.
¿Crees que se debería poder cantar sobre cualquier asunto?
Creo que sí, siempre que no ponga en riesgo a una comunidad de personas en riesgo de exclusión social.
¿Defenderías la libertad de un grupo que incita a la violencia contra un colectivo en particular?
No lo defendería, pero tampoco estoy a favor de la censura por parte de las máquinas represivas del Estado.
¿Cómo te sentiste el lunes cuando el juez belga rechazó tu entrega a España?
Me sentí muy bien, porque era algo que no nos esperábamos. Era lo que buscábamos: que un juez se aferrara a un código penal, a la ley y que no se viera influido ni por unas ideas políticas ni por su ideología, influencias o amistades.
¿Visto ahora con perspectiva, volverías a escribir y a cantar todas esas letras?
No creo que sea un tema de si lo volvería a hacer o no. Cuando escribí esas letras tenía 18 años y la gente cambia. Ahora me expreso de otra forma, tengo otras actitudes y ya no provoco de forma tan directa, pero sigo expresándome como quiero y ejerciendo mi libertad de expresión. No me aplico la autocensura.
¿Cómo era ese Valtònyc de 18 años comparado con el de ahora?
Era un Josep que tenía tres trabajos para llegar a 1000 euros. Un Josep con una madre superando un cáncer mientras Esperanza Aguirre recortaba en Sanidad y ponía a dedo a toda la cúpula de corruptos de hoy en día. Era un Josep muy enfadado. Ahora considero que hay otro vocabulario para llegar a más gente, que es más útil.
¿Cómo vive tu familia esta situación?
Creo que cuando a una familia le toca la represión se politiza muy rápidamente y fácilmente. Mi madre ha pasado de cuestionar si votar a IU o Podemos a participar activamente en asambleas y manifestaciones vecinales.
¿Crees que toda la polémica te ha dado una proyección como rapero que seguramente no habrías tenido?
No, creo que mis canciones no tienen tanta audiencia como pueden tener algunas declaraciones que hago en los medios o la lucha en general por la libertad de expresión. Por lo tanto creo que por la parte artística no me ha impulsado demasiado.
¿Cómo surge la idea de escapar a Bélgica?
La idea era seguir internacionalizando el caso, seguir fuera teniendo voz y no ponerle tan fácil al Estado encerrar en la cárcel a un músico. También queríamos agilizar el proceso hasta llegar a Estrasburgo.
¿Pero la idea fue tuya? ¿Alguien te sugirió que Bélgica era un buen lugar para ir?
Mucha gente me lo recomendaba y, días antes de entrar en prisión, la gente me compró 30 billetes de avión. Uno de ellos era para Bélgica y tomé ese vuelo.
¿Fue una acción espontánea de las redes?
Fue una campaña que llevamos a cabo para despistar a la policía y fue muy divertido. Empezó cuando me dieron los 10 días para entrar en prisión, porque antes estábamos esperando el recurso ante el Tribunal Constitucional.
¿Cómo es tu día a día en la capital belga?
Normalmente por la mañana voy a clases de francés durante cuatro horas y por las tardes trabajo de programador informático. Ahora tengo una pequeña pausa en las clases y estoy trabajando por las mañanas y por las tardes estamos intentando atender más a los medios de comunicación y trabajando para denunciar lo que está pasando en el Estado español.
Hablas en plural, ¿es porque estás con alguien que te ayuda?
Me refiero a todos en general. No solo soy yo el que está denunciando esto sino el resto de 15 raperos condenados a prisión por ejercer su libertad de expresión. Cuando hablo de la lucha no hablo a nivel individual sino a nivel colectivo.
¿Cómo viven en Bélgica el hecho de que haya tantos españoles que huyen de la justicia?
La gente no lo entiende. Flipan de que por unas canciones puedas entrar en prisión. Aquí se escucha mucho rap francés, por ejemplo, en el que también se habla de lucha armada, de armas, de atentar contra la policía y el rap es esto. Es una música muy incisiva que nace en un contexto histórico en el que la comunidad afroamericana se rebela porque vive cercada por la policía.
A muchos les ha sorprendido tu acercamiento a los políticos independentistas, con Carles Puigdemont a la cabeza. ¿Cómo fue ese acercamiento a unos políticos que de entrada parece que no están muy cerca de lo que tu defendías en tus canciones?
Todo el mundo se hace la pregunta de qué hago con ellos. Es una pregunta bastante absurda porque creo que cualquiera que se viera en mi situación o en la suya, siendo víctimas de la represión fascista del régimen del 78, unirían fuerzas y lucharían contra un enemigo común. Además que como comunista también estoy a favor del derecho a la autodeterminación y de que el pueblo pueda votar. Por lo tanto también me interesa la lucha que están haciendo.
Por mucho que sean de derechas...
No creo que sea un momento para hablar de derechas y izquierdas sino de ir todos juntos en la misma barricada y una vez que sea efectiva la República ya hablaremos de qué derechos básicos cubre esa República y ya lo debatiremos. Ahora creo que es un debate absurdo y me recuerda mucho cuando George Orwell vino a Cataluña a luchar contra el fascismo y lo único que se encontró fueron antifascistas pegándose tiros entre ellos. Estamos aquí luchando todos por los derechos fundamentales de una democracia. Lo que está claro es que esta gente no es fascista. Además, yo ni siquiera me considero independentista.
¿Que les criticarías a los políticos independentistas sobre su actuación de hace un año?
Creo que pecaron de ilusos, se pensaron que con el Estado español se podía dialogar. Como por la fuerza no iban a vencer, optaron por la opción del diálogo. Ya vieron que con el mismo Estado que creó los GAL y que invadió Irak ilegalmente no se puede dialogar. No creo que [los políticos independentistas] tuvieran la intención de engañar a nadie, si no no hubieran arriesgado todos sus privilegios como hicieron.
¿Qué relación tienes con Puigdemont?
Tengo una relación ideológica y de solidaridad. Para mí es un ejemplo de dignidad y resistencia y la persona que más ha puesto en duda el régimen del 78 en toda la democracia. Mi apoyo este señor lo va a tener siempre y se merece mucho más respeto que todas las personas que han maquillado lo que sucede en España. Los consellers, el president y yo vamos un poco de la mano para demostrar que en España no solo no se respeta el derecho de autodeterminación sino que no están cubiertos la mayoría de los derechos fundamentales como cantar, opinar o manifestarse. Creo que es interesante porque mucha gente, por ejemplo, ve a Turquía como un país donde se encierran periodistas y artistas pero España lidera la lista de cantantes condenados a prisión.
Tu afirmación de que era un anarquista generó mucho revuelo y bromas en la red.
Mientras todo el mundo se fijaba en esta frase del anarquismo, en Bélgica habíamos desacreditado por completo a la Audiencia Nacional. Que la gente se fije en esas putas gilipolleces que puedes soltar un domingo a las 8 de la mañana pues no lo entiendo.
Compartís abogados, ¿quién paga tu defensa?
Hay una caja de resistencia y de ahí puedo pagar los gastos judiciales. Lo importante no es la cantidad de dinero sino la gente que se ha solidarizado y que se ha movilizado a favor de la libertad de expresión. Lo importante es la organización popular para defender un derecho que es de todos, no sólo mío o de los políticos en el exilio.
En los 80, grupos como Eskorbuto o Soziedad Alkoholika cantaban canciones que vitoreaban a ETA y sin embargo nadie acabó con una condena de cárcel. ¿Qué crees que ha cambiado?
Antes la Audiencia Nacional estaba ocupada persiguiendo la verdadera lucha armada. Desde que se disolvió ETA se han quintuplicado los delitos relacionados con el derecho a la opinión. El tribunal necesita alguna excusa para sobrevivir. Lo que debería hacer la Audiencia Nacional es disolverse como grupo de extrema derecha organizado que es y eliminar un tribunal de excepción que ahora ya no tiene ningún sentido. Cualquier tribunal provincial es capaz de poder aplicar la ley tal y como es.
Hablas de "lucha armada". ¿Condenas el terrorismo de ETA?
Claro que lo condeno, pero que yo lo condene o apoye no cambia nada. ETA forma parte de la historia de España y no tiene nada que ver en este contexto histórico. Hay mucho morbo sobre si uno condena o no a ETA, creo que no aporta nada al debate de la libertad de expresión y es una gilipollez. Hay mucha gente interesada en hablar de bandas armadas y mantener viva la llama de ETA para justificar la regresión. Tampoco veo que a la gente del PSOE se les pregunte constantemente si condenan al GAL.
¿Pedirías perdón por tus letras si existiera la posibilidad de un indulto?
No. La libertad de expresión no se negocia y yo no soy culpable de nada. Nos han querido usar como ejemplo de autocensura para que los demás se la apliquen y debemos darle la vuelta a esto y ser ejemplo para los demás.
Cuando estaba en la oposición, Pedro Sánchez te apoyó en un tuit
Desde que es presidente, Pedro Sánchez no ha hecho nada. Pero ese tuit al menos me sirvió para enseñarle al juez y demostrarle que hasta el presidente del Gobierno estaba en contra de mi condena. De todas maneras, aunque haya un Gobierno u otro no debería interferir en las decisiones judiciales. Creemos en la separación de poderes, en una justicia independiente y no me gustaría que un partido influyera en una decisión judicial. Es algo que deberíamos cambiar.
Según Valtònyc, España no es una democracia
No, España es un Estado fascista. No se depuraron las instituciones. La legislación fascista no fue nunca derogada, la Constitución impide el derecho de autodeterminación de las naciones, jamás se exigieron responsabilidades por los crímenes fascistas y la Transición fue un baño de sangre con 600 antifascistas asesinados, llevada en medio del pánico masivo con el intento de golpe de Estado militar de Tejero. El Estado, además, creó, financió y protegió a organizaciones parapoliciales como el Batallón Vasco Español, los Guerrilleros de Cristo Rey... También te puedo hablar de Billy El Niño o de cómo el derecho a huelga se puede considerar un delito de sedición.
Varios artistas españoles te apoyaron, pero por otro lado hubo algunos silencios sorprendentes: en el mundo del trap, que ahora copa los medios de comunicación, poca gente se significó.
No estoy muy pendiente de los apoyos que han faltado o he tenido. Lo importante es que hemos llegado muy lejos y que en los medios hemos introducido el debate sobre la libertad de expresión. El tema es que el otro día en prime time en Antena 3 debatían si mis canciones eran violentas o no. Me quedo con eso, con los festivales que se han organizado como el No Callarem. Ya sabes lo que dijo Bertoldt Brecht: "Vinieron a por los comunistas, guardé silencio porque yo no era comunista; vinieron a por los judíos, no pronuncié palabra porque no era judío; vinieron a por los sindicalistas, no protesté porque tampoco lo era. Cuando vinieron a por mi ya no había nadie más que pudiera protestar". Esto nos afecta a todos, los traperos creen que no y los cantautores tampoco pero esa gente se aplica la autocensura y tienen miedo a expresarse y escribir según qué. Llegará un momento en el que tendrán que posicionarse a favor de la libertad de expresión. No a favor mío, sino a favor de todas las personas que han sido condenadas.
¿Qué echas más de menos de tu casa?
Las empanadas de carne y guisante, mi familia, mi perro, los papelitos que ponen en las calles por las fiestas de mi pueblo. Lo echo de menos todo. Aún así tengo que reconocer que en Bélgica no estoy mal. Me gusta la gente que he conocido, el hecho de que las empresas están muy sindicalizadas, la gente vive tranquila, son respetuosos y la justicia es independiente.